Bogotá (Miércoles, 05-05-2010, Gaudium Press) Ochos días de reflexión, trabajo en equipo, oración, diálogo, aprendizaje e interacción serán los que vivirán las familias colombianas que hagan parte de la gran celebración de la Semana Nacional de la Familia 2010.
La Semana tiene como gran propósito «reflexionar sobre el designio de Dios acerca del matrimonio y la familia. En otras palabras profundizar lo que dice la revelación cristiana sobre el matrimonio y la familia. En esta época de crisis y de incertidumbres es importante afianzar las bases sobre las cuales la Iglesia propone a la humanidad el proyecto de vida matrimonio y familia», expresó para Gaudium Press el padre Jaime Restrepo, Director del Departamento de Familia, Vida y Estado Laical y Secretario Adjunto del Episcopado Colombiano (CEC).
Así, para apoyar las diferentes actividades de las jurisdicciones eclesiales del país, el Departamento de la Familia, Vida y Estado Laical junto con la Comisión Nacional de familia, han elaborado una cartilla como subsidio para guiar tan importante encuentro. «El documento tiene una particularidad este año: es una conferencia que dictó el padre Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, en el contexto del Congreso Teológico Pastoral en México con motivo del VI Encuentro Mundial de las Familias el año pasado. Es una síntesis muy bien elaborada que recorre los puntos fundamentales de la Sagrada Escritura sobre el matrimonio y la familia. Se dividió en seis encuentros para ser profundizados y comentados en el sistema de asambleas familiares con unas preguntas para dialogar y profundizar», explicó el padre Restrepo.
De este modo quienes usen tan valioso instrumento encontrarán temas como: Encuentro 1: el proyecto Divino; Encuentro 2: vivencia del matrimonio y de la familia en el antiguo testamento; Encuentro 3: la recapitulación del matrimonio por parte de Cristo; Encuentro 4: la actitud de Jesús frente a la familia; Encuentro 5: matrimonio y familia en la Iglesia apostólica y el 6º Encuentro: ¿qué nos dice hoy la enseñanza bíblica?
También, «en el subsidio se sugieren una serie de actividades: marchas, conferencias, foros en escuelas y colegios. Se les sugiere un rito de entronización de la Sagrada Biblia, como un gesto importante para significar el valor y la presencia de la Palabra de Dios en el seno de la familia», agregó el sacerdote.
«La familia reconciliada y reconciliadora»
Si bien la familia es un pilar fundamental para la construcción de mejores sociedades, es necesario apoyar su consolidación y fomentar en ella el diálogo, la comprensión y fundamentalmente el amor a Dios, por esto, la Iglesia en el mundo guía con gran compromiso sus procesos de evangelización hacia los padres, como primeros catequistas de sus hijos, hacia los esposos como signo del amor de Dios y hacia los hijos como futuros forjadores de comunidades.
«La Iglesia en Colombia, como toda la Iglesia que peregrina en Latinoamérica y el Caribe se encuentra llevando a cabo la Misión Continental, el gran compromiso misionero que brotó en Aparecida en el año 2007. Pues bien, una de las líneas fuerza de esta misión en Colombia es la familia reconciliada y reconciliadora, un sí a la familia según el proyecto de Dios. La Iglesia sabe que su primer camino de evangelización es la familia, así lo expresó el recordado Papa Juan Pablo II en la Carta a las familias. De modo pues, que la Iglesia le apuesta todo a la familia, porque sabe que el espacio que Dios ha querido para que nazca la vida, crezca y se formen los individuos en la principal escuela de amor», manifestó el secretario adjunto de la CEC.
En concordancia con lo anterior la Conferencia Episcopal de Colombia y el Departamento de Familia, Vida y Estado Laical se enfrenta a tres retos fundamentales para la evangelización del matrimonio y la familia. «Primero, la formación en el campo del amor y de la sexualidad a las nuevas generaciones, para que comprendan que lo central en la vida de todo individuo es su capacidad de amar, pero no de cualquier manera, sino de amar a la manera de Jesús, hasta dar la vida; segundo, la preparación para la vida matrimonial y familiar. El matrimonio y la familia es un proyecto de vida que debe prepararse con mucha responsabilidad, pues está orientado a la felicidad de la personas y la alcanzar la santidad de vida a la que nos invita el Señor.
Cualquier tipo de unión no se puede confundir con este proyecto, por eso es necesario ofrecer elementos de adecuada preparación y tercero, el acompañamiento a las parejas y a las familias en sus procesos de crecimiento y de formación. En esta atención hay que poner especial cuidado y énfasis en los matrimonios y las familias que viven en dificultades, ya sea porque no son completas o son disfuncionales o por están viviendo en situación irregular», expresó el padre Jaime Restrepo.
Finalmente, la Semana Nacional de la Familia 2010, se configura como un espacio propicio para trabajar en busca de acrecentar los diversos mecanismos de evangelización, Así lo que se espera de este gran evento es «lograr que las familias descubran su ser, su identidad y su misión a la luz de la Palabra de Dios, que entiendan y vivan su matrimonio y su vida de familia desde el mensaje salvador de Jesucristo, Palabra de Dios hecha carne. Que nuestras familias sepan que cuentan con la gracia de Dios que los anima y con la luz de su palabra que lo guía y orienta en su difícil caminar», concluyó el sacerdote.
Gaudium Press / Nathali J. Rátiva M.
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