Laicos argentinos lanzan Manifiesto de Esperanza en el bicentenario del país

Luján (Lunes, 10-05-2010, Gaudium Press) Una multitud de fieles argentinos se reunió el pasado último sábado, en el Santuario de Luján, provincia de Buenos Aires, para participar de una celebración de laicos que dio inicio a los festejos por el bicentenario de independencia de Argentina. En la ocasión, el director ejecutivo del departamento de Laicos de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Justo Carbajales, leyó el Manifiesto de Esperanza.

En el manifiesto, Carbajales afirma que, a pesar de la sensación de desánimo que invade a los argentinos ante las fallas del país que no fueron superadas, pulsa en cada uno de ellos una esperanza. «Debemos hacerla crecer, no como una ilusión vana e ingenua, sino basada en lo que ya conseguimos como Nación, para desarrollarnos aún más», sentencia.

El texto leído por el director ejecutivo destaca la responsabilidad cívica de todos aquellos que tienen fe en Dios, porque esta fe es la que hace a las personas tener esperanza. «Es como el soplo que aviva la llama, es la seguridad de lo que se espera, la prueba de lo que aún no se ve», dice. El manifiesto deja claro, sin embargo, que la verdadera fe no es solamente fe individual, ella «exige ser vivida en medio a nuestro pueblo argentino. No es un privilegio y sí un don que debe ser compartido», afirma.

El documento exhorta también a todos los argentinos a comprometerse en este bicentenario a hacer de la Argentina una patria repleta de una esperanza transformadora; una nación que incluya dignamente a todos sus hijos. «Por eso queremos hoy anunciar este Manifiesto, que es un verdadero compromiso ciudadano del bicentenario, para que quede grabado en nuestro corazón y marque nuestro comportamiento cívico», dice.

Por último, el manifiesto declara una serie de principios básicos que deben ser respetados y seguidos por los argentinos a fin de tornar el país en un lugar mejor para sus ciudadanos. Entre ellos están, la dignidad por la vida humana, el valor de la transparencia y la honestidad, el respeto a las leyes, el fortalecimiento de las instituciones, la participación ciudadana y la educación, que implica asumir determinados compromisos.