El tributo a la maternidad "es la expresión de la fe en el hombre": Cardenal Rivera Carrera

Ciudad de México (Lunes, 10-05-2010, Gaudium Press) En la homilía de la eucaristía celebrada en la catedral metropolitana el pasado domingo, el Cardenal primado de México, Mons. Norberto Rivera Carrera, hizo el elogio de la condición de madre, teniendo en vista la celebración que ese día se realizó en el país azteca, como en varios otros lugares del mundo, del día de las madres.

«Subrayamos el papel fundamental de la mujer como madre, defensora de la vida y educadora del hogar. También propugnamos porque nuestras madres se hagan más presentes en las realidades temporales aportando su ser propio de mujer para participar con el hombre en la transformación de la sociedad, por eso insistiremos en el valor del trabajo de la mujer en la sociedad, que no debe ser sólo satisfacción de necesidades económicas», afirmó el purpurado.

By Mwesigwa

Hablando de la maternidad, el Cardenal Rivera expresó que «honor a nuestras madres quiere decir aceptar al ser humano en la plenitud de su verdad y en toda su dignidad, ya que todo hombre y mujer comienza a serlo en las entrañas de su madre. Todo aquello que somos comienza ahí». Mons. Rivera resaltó que la alta dignidad de la maternidad se realiza no solo con la gestación y el alumbramiento, sino que continúa con su labor educadora al interior del hogar.

La maternidad «es la expresión de la fe en el hombre», afirmó el purpurado.

Asimismo, el Cardenal Rivera instó a que las características que son la esencia de la maternidad «se hagan más presentes en las realidades temporales, aportando su ser propio de mujeres para participar con el hombre en la transformación de la sociedad». En ese sentido afirmó que el papel de las mujeres no debe ser solamente en la satisfacción de necesidades económicas, sino el de un instrumento de construcción de la nueva sociedad.

El hombre es desde su concepción ‘muy humano’, y desde sus inicios, goza de su valor como persona, y es sujeto de derechos: Es necesario reconocer «el comienzo profundamente humano de todo hombre, con el valor fundamental y la base de todos sus derechos», resaltó el Cardenal.