Santiago (Miércoles, 19-05-2010, Gaudium Press) El pasado sábado 15, cientos de fieles del Arzobispado de Santiago repletaron la Catedral Metropolitana para celebrar el Día del Catequista. La celebración eucarística -en víspera de la Solemnidad de la Ascensión- fue presidida por el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis, monseñor Andrés Arteaga, en compañía de algunos vicarios y sacerdotes.
En la ocasión, monseñor Arteaga destacó el servicio de los formadores pastorales en las diversas áreas de la catequesis: niños, preadolescentes, jóvenes, adultos y familiar. Por su parte el padre Jorge Barros, Director del Área de Evangelización y Catequesis del Instituto Pastoral Apóstol Santiago (INPAS), agradeció a nombre del Cardenal Errázuriz el exitoso desarrollo de los proyectos Catequesis Familiar de Iniciación a la Vida Eucarística y la publicación de los nuevos textos de este plan de formación.
Evangelizar y educar la fe a nuestros hermanos
Con motivo de esta celebración, el sacerdote José Carrasco, salesiano y Director del Departamento de Catequesis, señaló a informaciones del episcopado chileno que el catequista «es un laico que ha entendido que todos somos evangelizadores y ha sentido una especie de llamado del Señor a través del párroco u otra persona a colaborar con Cristo, a partir del propio bautismo, para evangelizar, educar la fe de sus hermanos, pequeños, jóvenes o adultos».
Y agregó que la misión del catequista es «educar la fe, preparar a niños, jóvenes y adultos a celebrar los sacramentos, a insertarse en una comunidad cristiana y a vivir como discípulos misioneros de Cristo de una manera madura y estable».
También indicó que el Día del Catequista se celebra en la solemnidad de la Ascensión porque «en ese contexto es cuando Jesús se despidió y envió a evangelizar a todo el mundo, diciendo ‘Yo estaré siempre con ustedes. Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva’. Anunciar la Buena Noticia del amor de Dios, anunciar con fidelidad que Dios los ama, los acoge y da sentido a la vida».
Catequista: gratitud y desafío
Ángelo Figueroa, casado, con un hijo, contador, hace varios años hizo catequesis para la Confirmación en la parroquia Santa Cruz de mayo, en La Florida. Además, hizo un curso en el INPAS para formar catequistas de niños y adultos, servicio que ha prestado en los últimos dos veranos. Señala que ser catequista «es un desafío, porque los niños de hoy son muy diferentes y complicados. La nueva catequesis aporta mucho en este sentido en el plano pedagógico. Es un desafío grande mantenerlos interesados y que de verdad aprendan cosas».
La Profesora Básica Angélica Robles, casada, 3 hijos, desde hace 10 años está en La Florida, trabajando con los Misioneros y las Hijas del Espíritu Santo en la capilla Santa Rosa de Lima, de la parroquia San Francisco de Borja, en la catequesis pre bautismal.
Angélica expresa que «ha sido muy gratificante poder servir a mi Iglesia compartiendo con otros el entusiasmo que provoca conocer a Jesucristo, tener una experiencia de Dios vivo en medio de nosotros, vivir con la confianza que Él nos ama».
Gaudium Press / Igor Roco
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