Santa Cruz del Sur (Viernes, 28-05-2010, Gaudium Press) Con el reciente pedido de renuncia del Obispo de Santa Cruz del Sur, estado de Rio Grande del Sur, en Brasil, Mons. Aloísio Sinésio Bohn, por motivo de edad, el Papa Benedicto XVI nombró el pasado 19 de mayo a Mons. Canísio Klaus, como tercer Obispo de la Diócesis gaucha, transfiriéndolo de la Diócesis de Diamantino, en Mato Grosso.
En entrevista exclusiva para Gaudium Press, Mons. Canísio habló sobre la alegría que sintió con su nombramiento, sus expectativas, planes y proyectos relacionados con este nuevo trabajo ministerial.
Gaudium Press – ¿Cómo se siente con esta nueva misión conferida por el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI?
Mons. Canísio – Siento que es un llamado de Dios, que me quiere como obispo en otra iglesia. No es que no estuviera bien aquí, en la Diócesis de Diamantino, estaba muy bien, pero la misión es así, debemos estar disponibles para continuar dando el sí, que un día fue dado por primera vez, al ser sacerdote. Fui bendecido por Dios con esta nueva misión, y asumo con alegría y espíritu de donación este llamado para trabajar en la Diócesis de Santa Cruz del Sur.
GP – ¿Cómo fue el descubrimiento de su vocación sacerdotal?
Mons. Canísio – Soy de una familia humilde del interior de la ciudad de Arroio do Meio, en [el estado] Río Grande del Sur. Mis padres fueron agricultores y mis hermanos aún lidian en el campo hasta hoy. Nací teniendo contacto con una espiritualidad muy fuerte y grande, con el deseo y el incentivo de mis padres y abuelos de ver a un familiar tornarse sacerdote. Fui el último de mis hermanos en ingresar al seminario, todos fueron antes, pero ninguno perseveró. El seminario me abrió una gran perspectiva vocacional, me fui identificando con ese llamado y fui creciendo con los años de formación. Después de mi ordenación sacerdotal, ocurrida en diciembre de 1979, en Santa Cruz del Sur, percibí un deseo muy latente de hacer trabajo misionero, y así surgió la oportunidad de ayudar a la Iglesia de Mato Grosso. En 1998 fui ordenado obispo, e inmediatamente fui llamado a ser obispo de Diamantino, donde trabajé por 12 años. Hoy, sé que acerté en mi vocación, porque aquello que Dios pensó para mi, yo descubrí, y aquí estoy realizándome, sintiéndome plenamente feliz.
GP – ¿Cómo es dejar la diócesis de Diamantino, donde trabajó tanto tiempo, y ahora asumir otra diócesis, donde tendrá que dar inicio a un nuevo trabajo ministerial?
Mons. Canísio – No es fácil, porque fue la primera experiencia en una diócesis, por lo tanto, ésta es mi primera transferencia como obispo. Estábamos en un trabajo bien prometedor con la comunidad de Diamantino. Estaba ejerciendo mi misión como obispo con mucha alegría y disponibilidad, junto al pueblo, que me comprendió y apoyó en todos los proyectos de evangelización propuestos, y ejecutados durante estos años de convivencia. A veces pienso que no es el momento correcto para salir, pero es la voluntad de Dios y yo estoy disponible para ir donde el desee. Y este nuevo ministerio que asumiré, lo haré con el mismo espíritu de disponibilidad y generosidad para servir al Señor.
GP – ¿Cuál es la importancia de este nombramiento en pleno Año Sacerdotal?
Mons. Canísio – Sé que el Papa promulgó este Año Sacerdotal, justamente para concientizar al sacerdote que su llamado nace del amor del corazón de Jesús. Siendo así, somos llamados también a la fidelidad a Cristo y fidelidad al sacerdocio. Entonces esto pesó bastante para mi respuesta positiva, alegre y generosa a este llamado. Para ser fiel es necesario decir sí a la voluntad de Dios.
GP – ¿Cómo espera que se realice su ministerio en la diócesis gaucha? ¿Ya sabe cuál será su centro de actuación?
Mons. Canísio – Bien, tengo 31 años de sacerdote y de todos estos, trabajé 22 fuera de la diócesis, en las misiones en Mato Grosso. Entonces, en realidad, mis primeros años fueron en la diócesis de Santa Cruz del Sur, donde me ordené sacerdote. Ya conozco la diócesis, es mi diócesis de origen, conozco muchas realidades de allá, sé también de algunos desafíos. Entretanto, prefiero primero asumir, ver con los ojos y sentir con el corazón para poder trazar proyectos y trabajos inmediatos que deba realizar. Pero, pretendo continuar el trabajo que está encaminado dentro de la dimensión pastoral, social y formativa de la diócesis de Santa Cruz del Sur. Especialmente, me voy a dedicar de manera especial a las cuestiones de la familia y las vocaciones. De antemano, lo que puedo decir es que seré un buen obispo, un obispo del pueblo y de los sacerdotes, alegre, servicial, como es mi lema: «He-me aquí Señor, vengo a servir con alegría».
GP – ¿Qué mensaje le da a los lectores de Gaudium Press?
Mons. Canísio – Quiero decir a todos que quien se entrega al servicio de la Iglesia, debe servirla en donde Dios desee, y no donde quiere. Porque si no fuese así, no estaría ahora partiendo. Estoy partiendo porque un día llegué aquí. Así, estoy yendo a Santa Cruz del Sur para, según la voluntad de Dios, realizar sus proyectos en los años que me conceda allá.
La ceremonia de posesión de Mons. Canísio se realizará el 18 de julio, a las 16:00 horas, en la Catedral San Juan Bautista, en la ciudad de Santa Cruz del Sur.
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