Santiago (Miércoles, 23-06-2010, Gaudium Press) «Una sociedad crece y se desarrolla cuando es capaz, no sólo de acrecentar sus índices económicos y de bienestar material, sino sobre todo cuando valora sus raíces, descubre su identidad y vive en los grandes valores y virtudes que la forjaron»: Con estas palabras inició su intervención Mons. Marco A. Órdenes Fernández, Obispo de Iquique y responsable de la Sección Piedad Popular y Santuarios del Departamento de Misión y Espiritualidad del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), durante la presentación del libro «Unidos por la fe», el pasado Lunes en la casa del embajador peruano en Chile, sesión que fue presidida por los cardenales Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago; y Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima, junto al Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alfredo Moreno.
Para el obispo de Iquique, «la Piedad Popular es la expresión de este lenguaje de encuentro entre lo humano y lo divino. No es sólo el lenguaje del hombre hacia Dios, sino que es también el lenguaje de Dios hacia el hombre. En estas expresiones Dios se encuentra con los suyos, constituyendo estas hondas manifestaciones de la fe, una auténtica experiencia de la mística cristiana».
Algunos de los asistentes al acto, en primera instancia Mons. Órdenes |
Monseñor Órdenes también recordó a ese propósito a los presentes -entre quienes se encontraban además de autoridades eclesiásticas y civiles, reconocidos empresarios chilenos y peruanos- lo afirmado en el documento conclusivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, habida en Aparecida en mayo del 2007: «La decisión de partir hacia el santuario ya es una confesión de fe, el caminar es un verdadero canto de esperanza y la llegada es un encuentro de amor. La mirada del peregrino se deposita sobre una imagen que simboliza la ternura y la cercanía de Dios. El amor se detiene, contempla el misterio, lo disfruta en silencio. También se conmueve, derramando toda la carga de dolor y de sus sueños. La súplica sincera, que fluye confiadamente, es la mejor expresión de un corazón que ha renunciado a la autosuficiencia, reconociendo que solo nada puede. Un breve instante condensa una viva experiencia espiritual» (DA, 259)
La experiencia de la fe de los sencillos
«¿Cuál es contenido simbólico de las bellas y expresivas fotografías del libro ‘unidos por la Fe’? – se preguntó en el encargado de Piedad Popular del Celam. Precisamente esto: la experiencia de la fe de los sencillos que encuentran en la peregrinación a los santuarios, y en los ejercicios de piedad cristiana, el encuentro personal y comunitario con Jesucristo. Aquí, la Piedad Popular nos ayuda a vivir una auténtica experiencia de fe, que posee un profundo sentido de trascendencia, como también una poderosa confesión de fe en medio de realidades que intentan negar su valor y su presencia.»
Asimismo «este libro también nos estimula a contemplar en el conjunto de las celebraciones religiosas que presenta, el vínculo de la Fe, en pueblos que tienen vocación de hermanos», resaltando el pasado y destino común de las naciones latinoamericanas, cuando muchas de ellas conmemoran por estos días bicentenarios de sus independencias.
En las palabras del obispo de Iquique no estuvo ausente una sentida loa a la Virgen Santísima, muy querida en estas tierras, y que es motivo común de culto en las devociones de la piedad popular: «Contemplando a la Señora del cielo, vestida en sus diversos hábitos, hemos colocado a sus pies nuestros pueblos, los tributos de nuestras banderas, con la historia de sus gozos y sufrimientos. La Madre del Señor, sigue marcando el alma de nuestra identidad cristiana, saludándola con fe y con emblemas de identidad en sus santuarios de Chapi, Las Peñas, la Tirana y tantos otros lugares, donde ella es Madre, Reina y Señora. En estos oasis de encuentro, todos nos descubrimos hermanos, porque queda en evidencia que todos somos en Dios ‘hijos y hermanos’ «.
Gaudium Press / S. C.
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