El sacerdote y la actividad política, según el Obispo Auxiliar de Durango, en México

Durango (Miércoles, 30-06-2010, Gaudium Press) El próximo domingo México realizará una nueva jornada electoral para elegir presidentes municipales, diputados locales y gobernadores de varios estados. Con ocasión de la reanudación del calendario electoral del país azteca, Mons. Enrique Sánchez Martínez, Obispo Auxiliar de Durango, habló sobre el papel de los sacerdotes en el proceso electoral y en la vida pública. El mensaje fue dado a conocer esta semana por la Conferencia de Episcopado Mexicano (CEM).

En él, el prelado -haciendo referencia al mensaje pascual que su Arquidiócesis publicó con motivo del proceso electoral de este año- dice que los sacerdotes, al ser testigos de las realidades terrenas, «no pueden permanecer ajenos a los aconteceres humanos», y que, como personas consagradas a Cristo, «tienen (…) una específica obligación de no conformarse con este mundo», y la función especial de «llevar la luz del Evangelio entre sus hermanos los hombres», así como, debido a su especial dedicación a los asuntos divinos, tener una particular sensibilidad «a las injusticias de este mundo».

Foto: Graham

Mons. Sánchez Martínez también dice que es, precisamente, a través de la caridad que el sacerdote ayuda a luchar activamente frente a situaciones injustas que se presenten, pero que «no es misión de la Iglesia dar respuestas concretas a los problemas sociales de cada momento o de cada lugar, pues esta es misión del Estado».

Al respecto, añade: «La Iglesia puede ayudar a la consecución de los objetivos de justicia social a través de orientaciones morales, de la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia o de la sensibilización de las conciencias en los graves problemas de la sociedad, pero no debe emprender por cuenta propia la empresa política de realizar la sociedad más justa posible».

Una misión de los laicos, pero la Iglesia tiene el derecho a dar su juicio moral

El Obispo Auxiliar de Durango señala que es a los laicos a «quienes compete la transformación de las estructuras temporales de la sociedad». A ellos, en palabras citadas por el prelado, les «corresponde iluminar y organizar los asuntos temporales a los que están estrechamente vinculados, de tal manera que se realicen continuamente según el espíritu de Jesucristo (…) y sean para la gloria del Creador y Redentor».

Expresa, igualmente, que «es vocación de los laicos descubrir (…) los medios para que las exigencias de la doctrina y de la vida cristiana impregnen las realidades sociales, políticas y económicas».

Según Mons. Sánchez Martínez, la Iglesia «no prefiere ninguna solución política de entre las que proponen los ciudadanos», pero si tiene el derecho de «dar su juicio moral (…) cuando lo exijan los derechos fundamentales de la persona o la salvación de las almas». Y agrega que los juicios morales no deben verse como una intromisión, sino «como una orientación moral a los laicos, que les ayuda en su misión de transformar las estructuras temporales a la luz del Evangelio».

Finalmente, el prelado concluye con un mensaje dirigido, especialmente, a los miembros del clero: «Como pastores, estamos llamados a ser factores de unidad y de comunión, de reconciliación y de paz, hemos de respetar la libertad de los fieles laicos en sus opciones políticas, dentro de un sano pluralismo de partidos».

Gaudium Press / Sonia Trujillo