Bogotá (Jueves, 01-07-2010, Gaudium Press) Con el título «Presencia de la Iglesia en doscientos años de Independencia» y organizado por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), ha iniciado en Bogotá el Congreso Conmemorativo del Bicentenario de la Independencia colombiana.
Mons. Aldo Cavalli |
Al inicio del Congreso habló el nuncio apostólico en el país, Mons. Aldo Cavalli, quien expresó que el mismo «debe ayudarnos a comprender la Historia y la manera de anunciar el Evangelio dentro de una historia que muda (…) esto nos permitirá saber entender dónde estamos y para dónde vamos»
La primera ponencia del Congreso estuvo a cargo del P. Alberto Gutiérrrez S. J., quien ha sido profesor de la Universidad Gregoriana en Roma, es doctor en historia y además licenciado en filosofía y teología. En su exposición magistral «La Iglesia y los antecedentes históricos de la Independencia», el sacerdote jesuita realizó -entre otros avances- un barrido histórico sobre lo que había sido la influencia cultural cristiana, con decidida influencia tomista, durante todo el período colonial, y la asimilación en el contexto hispánico de las ideas de la Ilustración.
Durante el periodo colonial «en las cátedras universitarias y en los púlpitos se enseñaba el tomismo, y se exponía una doctrina jurídica que traída de Salamanca había creado el derecho internacional» afirmó el P. Gutiérrez.
A mediados del S. XVIII, y movido por las ideas que posteriormente desembocarían en la Revolución Francesa, «en los ambientes americanos se fue gestando la convicción de que era posible reclamar el derecho al suelo, en virtud del derecho de la sangre, como un primer paso hacia la autodeterminación.» Entretanto, «el pensamiento ilustrado que comenzó a entrar en América no chocó en nuestro contexto con todo el pasado católico e institucional cristiano», como ocurrió en otros ambientes, expresó el jesuita.
Las ideas que primaron en el surgimiento de las naciones independientes de América tenían la nota del eclecticismo, según el P. Gutiérrez. Él ejemplifica esa realidad en un curioso hecho: «[Simón Bolívar] tenía un pensamiento ecléctico: mientras él asistía con aspecto devoto a misa, y exigía de sus militares la misma compostura, leía devotamente el Contrato Social de Rousseau.»
La segunda ponencia del Congreso estuvo a cargo del Dr. Antonio Cacua Prada, doctor en Ciencias Económicas y Jurídicas y Licenciado en Ciencias de la Comunicación, quien disertó sobre «La Iglesia Neogranadina en la Independencia Nacional», en un ameno y erudito anecdotario de múltiples hechos que vinculan a miembros de la Iglesia con los hechos relevantes de la independencia de Colombia.
El Congreso, que concluye mañana, se propone, entre otras cosas, «precisar el contexto histórico en que se dio la independencia; resaltar el papel de la Iglesia en los procesos independentistas y sus consecuencias; y valorizar el aporte de la Iglesia en la construcción del país en estos 200 años». Todo eso a través de paneles de estudios, exposiciones magistrales y un intercambio de opiniones entre expositores y asistentes.
Con información de la Conferencia Episcopal Colombiana
Gaudium Press / S. C.
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