París (Miércoles, 07-07-2010, Gaudium Press) Del 10 al 14 de julio próximos un congreso atraerá todas las miradas en Francia. Se trata del Encuentro de ‘Let’s be different’ (Seamos diferentes), un grupo formado por la alianza de cuatro asociaciones cristianas que trabajan con personas con deficiencia mental en Francia y en el extranjero: ‘A bras ouverts’ (Con los brazos abiertos), La Federación de ‘L’Arche’ en Francia, Fe y Luz y la Oficina cristiana de personas con deficiencias.
Durante cinco días, alrededor de 700 jóvenes entre 18 y 35 años, franceses y de diversos países de Europa del Este (Rusos, Lituanos, Húngaros, Eslovacos, Ucranianos), se encontrarán en el castillo de Jambvile, a 50 kilómetros al noroeste de París para compartir ricas experiencias.
«La idea es dar la palabra a personas diferentes para que los jóvenes descubran la importancia de la acogida de la diferencia en su vida y se descubran diferentes», expresa Bertrand Figarol, director de «l’Arche» en Lyon y coordinador del festival.
Le hablarán a los jóvenes la economista Elena Lasida, encargada de la misión «Justicia y Paz» en Francia; Laurent de Cherisey, fundador de la red «Positive Network» que tiene como fin promover la información positiva; y Jean-Baptiste Hibon, psico-sociólogo, terapeuta y padre de familia, afectado él mismo por enfermedad motriz cerebral.
Además se harán presentes tres obispos: Mons Gérard Daucourt, obispo de Nanterre, Mons. Thierry Brac de la Perrière, obispo auxiliar de Lyon y Mons. Michel Santier, obispo de Créteil, quien presidirá la celebración eucarística del domingo. Mons. Brac de la Perrière se dirigirá a los jóvenes por la clausura del festival. «En ‘L’Arche’o ‘Con los brazos abiertos’ los jóvenes se transforman gracias al encuentro con personas con deficiencias. El joven se descubre a sí mismo y por medio de ese intercambio. Encuentro humilde, verdad de relaciones: esa experiencia me ha formado como sacerdote», dijo Mons. Brac de la Perrière, quien fue capellán de Fe y Luz durante 15 años.
En el programa del Encuentro se combinan juegos, momentos de oración, así como mesas de trabajo en las que se reflexionará sobre la sociedad y el lugar que concede a los más frágiles. Y en las noches, vigilias, testimonios y confraternización,
Con información de la Conferencia Episcopal Francesa
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