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Bogotá (Jueves, 08-07-2010, Gaudium Press) «Un nombramiento de la importancia que tiene el ser Arzobispo de Bogotá, se recibe siempre con temor y temblor porque (…) los retos que plantea la situación de la ciudad son sumamente fuertes, son muy hondos»: estas fueron las palabras pronunciadas por Mons. Rubén Salazar Gómez, Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en rueda de prensa una vez se hizo público su nombramiento como nuevo Arzobispo de Bogotá.
Monseñor dijo también que al recibir este nuevo cargo «hay alegría, hay temor, hay confianza en el Señor y hay ilusión de poder trabajar muchísimo», y que pondrá en ello la experiencia que tiene en el episcopado -18 años en total: 7 en Cúcuta y 11 como Arzobispo de Barranquilla – «para fortalecer todos los procesos de evangelización» que venía realizando su predecesor, el Cardenal Pedro Rubiano Sáenz.
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| Foto: Conferencia Episcopal Colombiana |
Mons. Salazar dijo, además, que llega a la capital de Colombia «con unos ojos muy abiertos y con unos oídos muy despiertos», además de un programa pastoral que ya existe, que es Jesucristo. «Nosotros tenemos que llevar a Jesucristo, lo tenemos ya en nuestro corazón. Ahora, cómo llevarlo en concreto, eso depende de los retos que plantea la realidad y, por lo tanto, de la forma concreta como nosotros podemos ir respondiendo a esa realidad», añadió el nuevo Arzobispo de Bogotá.
El prelado, igualmente, manifestó su alegría en que su nombramiento se haya hecho, precisamente, en el marco de la Octogésima Octava Asamblea Plenaria del Episcopado colombiano, que trascurre durante esta semana en Bogotá: «A mí me alegra que en este contexto, precisamente de mi nombramiento, haya sido el de la Asamblea Plenaria que estamos viviendo, porque allí justamente nos interrogábamos sobre los retos profundos que plantea la situación del país en este momento de la Iglesia», donde todos los obispos -«a mi especialmente en este nuevo cargo que me ha dado el Santo Padre»- «podemos encontrar elementos sumamente valiosos para articular una pastoral que responda a esas realidades».
Más adelante, también elogió la labor que por 15 años realizó su predecesor, el Cardenal Rubiano: «Ustedes escucharon cómo los 15 años de Mons. Rubiano han sido sumamente fecundos. El ha tenido una gran sensibilidad en captar los granes retos que plantea la realidad y ha sabido responder a esos retos con acciones, muchas veces, audaces. El ha tenido un corazón auténtico de pastor y ha hecho una labor extraordinaria».
Sobre lo que viene en su nuevo cargo, dijo, además que en principio, lo único que tiene por hacer es «continuar todo aquello que los arzobispos anteriores han realizado en la Arquidiócesis de Bogotá (…) y poco a poco ir respondiendo a los retos que la realidad plantea».
De otro lado, los obispos también manifestaron su alegría por el nuevo nombramiento, como lo expresó Mons. José Roberto Ospina, Obispo Auxiliar de Bogotá: «Estamos con una gran ilusión que el nuevo arzobispo, que acogemos con cariño, pueda seguir impulsando lo que hay, seguramente dándole otros aspectos a la pastoral que, por su experiencia tanto en Cúcuta como en Barranquilla, nos trae de su propia cosecha».
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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