Roma (Miércoles, 14-07-2010, Gaudium Press) El pasado sábado 10 de julio, y tras 48 años en que la diócesis de Taizhou permaneció sin su prelado, fue consagrado como obispo para esa sede el P. Anthony Xu Jiwei, de 75 años, quien ya la conducía como administrador diocesano desde 1999. Su erección como nuevo obispo de Taizhou contó con el reconocimiento del gobierno chino, según reporta la Radio Vaticana.
La vida de Mons. Xu ha sido todo menos un camino de rosas. Nacido en Shangai en 1935, entró en el seminario en Ningbo en 1948 de donde regresó a Shangai en 1958. De 1960 a 1985 fue sentenciado a cinco años de prisión y luego a años de trabajos forzados, que incluyeron seis años como maestro de escuela, debido a las condiciones políticas imperantes entonces. De ese tiempo, el nuevo obispo afirmó que fueron épocas difíciles, pero también un período de gracia que fortaleció su fe y oración. En esos años Mons. Xu experimentó el profundo amor de Dios y su cercanía, día tras día.
Solo fue hasta 1985 cuando pudo regresar al seminario en Shangai para ser ordenado sacerdote por la diócesis de Ningbo, donde inició su trabajo pastoral. En 1999 fue trasladado a la diócesis de Taizhou, convirtiéndose en administrador de esa jurisdicción, trabajando en la parroquia de Jiaojiang. En esos años Mons. Xu realizó estudios en Corea y en Europa.
La diócesis tiene alrededor de 6.000 fieles, 15 sacerdotes, una docena de monjas de la Congregación de las Siervas de la Caridad, y 25 iglesias y lugares de adoración.
El Vaticano y la China no tienen relaciones diplomáticas desde 1951. En marzo pasado fue elegido un consejero de la embajada vaticana en Filipinas, pero con residencia fija en Hong Kong, que obraría como representante pontificio ante China, con vistas a la creación de una nunciatura.
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