Lima (Jueves, 15-07-2010, Gaudium Press) La educación se configura como un eje trasversal en la vida del ser humano, presente desde su niñez hasta su madurez adulta. Es así como la Iglesia siempre se ha preocupado por las formas, los contenidos y metodologías a través de las cuales se imparte la educación, no solo en la escuela, sino también en el hogar.
De este modo, y a propósito de la celebración del día del maestro en el Perú, monseñor Adriano Tomasi, Obispo Auxiliar de Lima, a través del programa sabatino «Diálogo de Fe», compartió con los fieles oyentes una importante reflexión en torno al tema.
«La escuela no es el único espacio educativo, también lo es el hogar»
Monseñor Tomasi, recalca de manera especial la necesidad de reconocer que la educación no solo se hace presente en las aulas de clase de las instituciones educativas, sino que por el contrario ésta inicia en el seno del hogar, en donde se imparten los primeros valores y conductas.
«La educación es una tarea incumplida siempre, pero no solamente en el Perú, en todo el mundo, porque la educación no es solamente tarea del Ministerio de Educación o de los maestros. La educación comienza con los padres de familia. La carencia principal de la educación en el Perú, viene de la familia, se habla de un 60% de niños que no nacen en una familia constituida -padre y madre-, y desde el inicio tienen carencias afectivas», señaló Monseñor.
También, siendo las instituciones educativas como el segundo hogar de los niños, niñas y jóvenes, «los maestros llevan sobre sus hombros la labor de complementar la educación que los menores reciben en casa» -agregó el obispo-. Una educación que no se limite a la transferencia de conocimientos teóricos, sino que por el contrario involucre la formación personal y espiritual de los estudiantes. Por ello, «la escuela no solo debe ser trasmisora de conocimientos, sino también de valores porque ambos son los pilares para construir una persona con conciencia y tolerancia», expresó Monseñor.
Una Iglesia preocupada por la educación
Monseñor Tomasi, recordó que la Iglesia manifiesta una preocupación constante por la educación, la cual se refleja en el trabajo persistente que ella realiza en este campo.
«El trabajo permanente en comunión con la familia es necesario en la educación católica y en el servicio educativo de calidad a los más pobres. Hacemos un esfuerzo también por llegar a aquellos que tienen discapacidad, son muchos los esfuerzos de la Iglesia», explicó.
Con información del Arzobispado de Lima
Gaudium Press / Nathali J. Rátiva M
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