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Ciudad de México (Martes, 19-07-2010, Gaudium Press) Concluyó ayer 18, la peregrinación anual de la diócesis de Querétaro a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, localizada en el monte Tepeyac, región norte de la Ciudad de México. La romería, que es la más antigua de México, comenzó a inicio del mes y pasó por diversos estados mexicanos, contando con la participación de aproximadamente 50 mil personas, según informa la Radio Vaticana.
Este año, la peregrinación tuvo un objetivo especial: pedir la paz para México, que en los últimos meses viene sufriendo con más fuerza la violencia del crimen organizado. Delante de esto, en su homilía realizada ayer, el vicario general de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, Monseñor Diego Monroy, pidió que los peregrinos, al volver a sus comunidades, promuevan la cultura de la paz, «para contrastar con la cultura de la muerte y violencia que se ve en México en todos los niveles de la sociedad».
La peregrinación de la diócesis de Querétaro a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe comenzó en 1886 por gracia del obispo de la ciudad en la época, Mons. Rafael Sabás Camacho, que era conocido por su entusiasmo y devoción a la Virgen. Desde su institución, la caminata hasta el santuario solo dejó de ocurrir en cinco ocasiones: en los años 1914, 1915, 1916, 1928, 1929, debido a la situación política del país en la época.
Romeros de Nuevo Laredo
Entre los peregrinos de Querétaro que llegaron a la Basílica de Guadalupe este domingo, estaba un grupo de romeros venido de Nuevo Laredo, que recorrió 1200 kilómetros en bicicleta hasta llegar al Santuario.
Los romeros de Nuevo Laredo fueron hasta la Basílica con la intención de pedir la intercesión de la Virgen en favor de la reconstrucción de una antigua capilla en la localidad de Doctor Mora, que apenas reformada será dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe.
Esta peregrinación comenzó el día 11 de julio, en Doctor Mora, con la celebración de una misa de envío. Después del inicio de la caminata, los romeros pararon en diversas ciudades, entre ellas Querétaro, donde se juntaron con otros peregrinos.
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