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Washington (Viernes, 23-07-2010, Gaudium Press) La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) dio a conocer esta semana un comunicado en el cual el Carndenal Daniel DiNardo, obispo de Galveston, Houston, y Presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la USCCB, muestra su beneplácito por la decisión que tomó el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) -por sus siglas en inglés- de eliminar el aborto de su programa.
Según se expone en el comunicado, el organismo de salud dio a conocer su decisión tras las críticas públicas que recibieron los nuevos planes de seguro de salud financiados por el Gobierno Federal, los cuales habrían cubierto abortos electivos en Pensilvania y Nuevo México.
El Cardenal dijo que el anuncio hecho por el HHS es una advertencia y un «precedente alarmante», y llamó a que la exclusión del aborto sea una norma permanente en todos los programas de la nueva Ley de Proteción y Atención Accesible del Paciente (PPACA) -siglas en inglés de «Patient Protection and Affordable Care Act»-, promulgada en Estados Unidos por el Presidente Barack Obama el 23 de marzo de este año, y que hace parte de la reforma a la salud aprobada hace 4 meses en ese país.
Sobre la PPACA, Mons. DiNardo dijo que le daba la bienvenida a esa nueva política -el mismo gobierno, tal como se explica en el comunicado, ha repetido en diversas ocasiones que esta ley no se utilizará para promover el aborto-, pero que no dejaba de ser preocupante que la PPACA se empezó a ejecutar solo después de que algunos estados habían anunciado que reclutaron pacientes con planes de salud que estaban a favor del aborto.
Al respecto, el Cardenal señaló: «Esta situación ilusta una vez más la necesidad de que el Congreso apruebe la legislación indicando claramente, una vez por todas, que los fondos consignados por la PPACA no van a pagar abortos, o se pare la cobertura de seguros que incluye el aborto».
Sobre esto, añadió que esa legislación «sería un espejo de la enmienda Hyde y de disposiciones similares que impidan la financiación del aborto en todos los programas de salud federal».
El purpurado, también advirtió que el tema de la participación del gobierno, en lo que se refiere a la vida humana inocente, «no debe quedar sujeta a la discreción de los funcionarios ejecutivos, o depender solo de la vingilancia continua de los defensores de la vida».
Finalmente, Mons. DiNardo dijo que es de vital importancia para las personas que poseen serias y difìciles condiciones médicas, y que no han podido obtener una cobertura de salud, que si reciben la ayuda de programas que incluyen la PPACA, puedan tener la certeza de que su cobertura de salud «afirma la vida, y no peligra contra ella».
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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