Bogotá (Lunes, 26-07-2010, Gaudium Press) A pedido de la Conferencia Episcopal de Haití, la presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) realizó el pasado viernes 23, en Bogotá, una reunión entre los presidentes de las Conferencias Episcopales de America Latina y el Caribe. El encuentro sirvió para decidir los rumbos de la ayuda dada al país caribeño, que se encuentra fuertemente abatido por el terremoto de enero pasado.
Conforme la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB), la reunión, que contó con la presencia del presidente de la CNBB, el arzobispo de Mariana, Minas Gerais, Mons. Geraldo Lyrio da Rocha, decidió, entre otras cosas, la ratificación -por parte del Celam- del apoyo y la ayuda a la Iglesia en Haití.
En este sentido, durante el encuentro, los obispos aprobaron una declaración, firmada por la presidencia del Celam, en la cual se comprometen a crear herramientas que auxilien la vida clerical en Haití. Entre estas herramientas, están becas de estudios para seminaristas. La declaración sugiere, también, la distribución de recursos dirigidos a la reconstrucción de seminarios, Iglesias y centros de formación de laicos.
A continuación la declaración íntegra elaborada y firmada por la presidencia del Celam:
Los presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe, convocados por la Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), a pedido de la Conferencia Episcopal de Haití, se reunieron en Bogotá con el presidente de la Conferencia Episcopal de Haití, Mons. Louis Kébreau, arzobispo de Cap-Haitien.
El terremoto del 12 de enero de 2010, no solamente movió físicamente la tierra y fue causa de dolor y daño para personas concretas. Ha sido también una llamada de atención para la propia Iglesia en Haití y, a partir de ella, para la Iglesia que peregrina en América Latina y el Caribe.
Pasados seis meses en que los hermanos de Haití han recibido apoyo de muchos países y de la Iglesia en América Latina, que han permitido atender las primeras y más urgentes necesidades, hemos conversado sobre una indispensable segunda etapa. No podemos olvidar a este país hermano, a quien, una vez más, manifestamos nuestra proximidad y solidaridad. Tendremos que mirar con ellos al frente.
El momento es de actuar y proyectar el futuro inmediato. Un camino sereno apoyado en la fe en Jesucristo, Señor de la historia, con la esperanza de la comunión en la caridad de las distintas Conferencias Episcopales. En este espíritu, asumimos las propuestas expuestas por Mons. Louis Kébreau en nombre de la Iglesia en Haití, enriquecidas por el diálogo fraterno con los presidentes de las Conferencias Episcopales presentes en la reunión.
El Celam será el interlocutor privilegiado para las Conferencias Episcopales con vista a mantener la continuidad de este diálogo y poner en práctica las siguientes iniciativas:
1. Transmitir la información oportuna y actualizada para continuar la promoción de ayuda humanitaria.
2. Facilitar oportunidades para la formación de agentes: presbíteros, seminaristas y laicos. Sabemos que ellos están viviendo las limitaciones que el momento exige, respondiendo en la fe a su vocación.
3. Otorgar becas para seminaristas y para la formación permanente de sacerdotes.
4. Priorizar algunas intervenciones más urgentes y prever los recursos necesarios para la construcción de los seminarios, templos, centros de salud y centros de formación para laicos que los capacite al liderazgo en el compromiso social de los católicos.
Reconocemos que la Iglesia peregrina en Haití nos anima a caminar con esperanza para descubrir en este acontecimiento dramático y desafiante el plan de Dios y crecer como Iglesia misionera en la comunión.
Bajo el amparo de la patrona de América, Nuestra Madre de Guadalupe, nosotros ponemos en sus brazos a todos aquellos que fueron llamados a la casa del Padre, entre ellos el Arzobispo de Puerto Príncipe, Serge Miot; su vicario general, Monseñor Benoit; su canciller, el Padre Chery y muchos sacerdotes, religiosos, seminaristas y fieles laicos. A Ella encomendamos, de la misma forma, la fecundidad de este encuentro fraterno que vivimos.
Bogotá, 23 de julio de 2010.
Mons. Raymundo Damasceno Assis
Arzobispo de Aparecida, Brasil
Presidente del Celam
Mons. Baltazar Enrique Porras Cardozo
Arzobispo de Mérida, Venezuela
Primer vicepresidente del Celam
Mons. Andrés Stanovnik, OFM.Cap.
Arzobispo de Corrientes, Argentina
Segundo vicepresidente del Celam
Mons. José Leopoldo González González
Obispo auxiliar de Guadalajara, México
Secretario General del Celam
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