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Santiago (Martes, 27-07-2010, Gaudium Press) El domingo 25 al medio día, el Presidente Sebastián Piñera dio a conocer su decisión en torno a la propuesta de Indulto Bicentenario planteada por la Iglesia Católica. En su intervención, el mandatario valoró «la inspiración noble y constructiva de estas propuestas» y destacó las «valiosas reflexiones sobre virtudes tan significativas como la compasión, el perdón y la reconciliación».
«He llegado al convencimiento que, en los tiempos y en las circunstancias actuales, no es prudente ni conveniente promover el otorgamiento de un nuevo indulto de carácter general», resolvió el Presidente.
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| El Cardenal Errázuriz atiende a los medios |
Junto a lo anterior, aseguró que acogerá el espíritu de las propuestas otorgando indultos particulares -caso a caso-, para lo cual considerará las razones humanitarias expuestas por la Iglesia, tales como edad avanzada o enfermedades terminales. Sin embargo excluyó el beneficio para aquellos condenados por «delitos graves», como por ejemplo a los procesados por delitos de lesa humanidad, terrorismo y narcotráfico.
Asimismo, el mandatario consideró los planteamientos de los obispos en relación a la precaria situación de las cárceles y comprometió los esfuerzos del gobierno para desarrollar una reingeniería y modernización del sistema penitenciario, así como la promoción de programas más eficaces de prevención y rehabilitación de los encarcelados.
En este mismo ámbito, instruyó al ministro de Justicia a realizar en un plazo de tres meses, una completa revisión de la situación de los internos en las cárceles del país, a fin de mejorar las condiciones de vida de los reclusos y de los gendarmes.
Respuesta favorable a la petición formulada por la Iglesia
Al finalizar la celebración eucarística en la solemnidad de Santiago Apóstol, el Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, dialogó con medios de prensa sobre la decisión que anunció el Presidente de la República respecto de la propuesta formulada por la Conferencia Episcopal y que entre muchos temas incluía una solicitud de indulto con ocasión del Bicentenario de la patria.
El purpurado destacó como «muy notable» la resolución del mandatario, que a su juicio, fue favorable a la solicitud hecha por la Iglesia Católica, como también a los planteamientos formulados por las Iglesias Evangélicas.
En la ocasión aclaró que la postura de la Iglesia fue dejar a discrecionalidad del Presidente la forma y los medios como materializar esta petición de clemencia: «Nunca hablamos de un indulto general, tampoco indicamos que tenían que ser indultos particulares».
«He quedado realmente muy agradecido del Presidente por la preocupación que muestra por la situación que actualmente pasan los reos, por los establecimientos penitenciarios que él mismo estima que hay que multiplicar, que hay que arreglar los existentes, que hay que ampliar algunos que están en construcción, pero no sólo eso, sino que también por las condiciones de rehabilitación que puedan existir en nuestras cárceles dando mayores oportunidades de trabajo remunerado, también oportunidades para el deporte, para la cultura y también para que ellos reciban ayuda religiosa o humanitaria. Creo que todo eso ha sido algo sumamente positivo», señaló el Cardenal.
«Sería un error centrar nuestra propia petición sólo en aquellos crímenes que se han cometido durante el Gobierno Militar»
En entrevista televisiva a Canal 13, el Arzobispo de Santiago expuso la reacción de la Iglesia frente a la respuesta del Presidente, profundizó algunos conceptos y respondió a algunas críticas formuladas con ocasión de la petición de indulto.
Consultado sobre cómo ha interpretado la reacción del mandatario ante la solicitud de indulto formulada por la conferencia de obispos, el Cardenal afirmó: «Lo consideré un regalo en la fiesta del apóstol Santiago. Encontré muy positivo la forma como se refirió a las propuestas que le habíamos hecho, y también a la de las confesiones evangélicas; el espíritu que las animaba, la forma como habló del propósito constructivo que tenían las Iglesias y que estaban en el campo en las cuales ellas también podían hacer proposiciones».
Y agregó: «Cuando él se refirió a las propuestas concretas, es cierto que dice con toda claridad que no le parece que es adecuado para el país, en las actuales circunstancias, que haya un indulto general; para nosotros la forma cómo él pudiera aplicar lo que le hemos pedido, que hubiera clemencia para muchas personas, eso lo dejamos siempre en manos de él. Comprendíamos que era complicado por una parte el indulto general, también lo eran los indultos particulares porque involucran al mismo Presidente, que tiene que ir viendo caso por caso que es lo más adecuado».
Sobre aquellos que consideran como un «fracaso» la propuesta de la Iglesia y en lo relativo al rechazo del Presidente a la posibilidad de indultar a los procesados por delitos de lesa humanidad, el purpurado sentenció: «Yo creo que sería un error centrar nuestra propia petición sólo en aquellos crímenes que se han cometido durante el Gobierno Militar. Nosotros quisimos hacer una propuesta mucho más amplia, y nos alegró mucho que el Presidente acogiera todo lo que se refería al sistema carcelario, lo inhumano que es actualmente y lo muy atrasados que estamos. Es cierto que el Presidente de la Corte Suprema dijo que a él no le parecía que cabían los indultos en un sistema moderno de justicia, bueno, con tal que el sistema fuera realmente moderno».
Ante el cuestionamiento de si la sociedad chilena se encuentra preparada para el perdón y la reconciliación, el Cardenal respondió: «Si uno ve la repercusión que tuvo la proposición que nosotros hicimos, en un momento había un cierto enardecimiento en contra de la proposición, precisamente por centrarla en aquellos delitos de lesa humanidad; pero después hubo mucha gente que escribió con una reflexión jurídica más profunda, con un sentido humanista más fuerte, que comprendieron el sentido de la propuesta; y yo creo que esperar que una sociedad esté lista con el cien por ciento de sus habitantes es imposible».
En relación a la crítica que algunos sectores han levantado sobre el daño que se ha producido al legado histórico de la Iglesia en la defensa de los Derechos Humanos, con motivo de esta solicitud de indulto, el prelado dijo: «Bueno, pero ahí hay errores. Yo creo que la gratitud que le guardan a la Iglesia aquellas personas, por las cuales la Iglesia luchó, que las protegió, que intercedió por los familiares que habían desaparecido de sus casas; yo creo que esa gratitud es permanente, de ninguna manera va a ser dañada».
Gaudium Press / Igor Roco
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