Copiapó (Miércoles, 11-09-2010, Gaudium Press) Ayer el Obispo de Copiapó, Chile, monseñor Gaspar Quintana cmf, encabezó la celebración del Día del Minero a las afueras del yacimiento San José, en compañía de familiares y amigos de los 33 trabajadores que se encuentran desde el jueves 5 atrapados al interior de la mina.
A los pies de las imágenes de Nuestra Señora de la Candelaria y San Lorenzo, el prelado invitó a los más de mil fieles, que llegaron hasta el lugar, a no dejarse vencer por la angustia y la incertidumbre. Además, manifestó que este terrible accidente representa un llamado de atención a todos los niveles de la administración estatal y empresarial, ya que no es posible que en un país que quiere ser desarrollado, los trabajadores realicen sus faenas sin las medidas de seguridad necesarias.
«El desarrollo de un pueblo no son sólo las estadísticas económicas sino el pasar de una situación menos humana a una de mayor dignidad», dijo el Pastor. Y agregó que «el trabajo no es una mercancía que se compra por un determinado valor, sino que es una expresión de la persona humana; las personas tienen derecho al trabajo, y a un trabajo realizado con márgenes de seguridad reales (…) los seres humanos no somos bestias de carga, sino hijos de Dios, dotados de dignidad, por eso todos merecemos que se nos resguarde nuestra integridad física, emocional y psicológica».
Continuando con su homilía, Monseñor Quintana solicitó a Dios fortaleza para las familias de los mineros y protección a la Virgen de la Candelaria, para que «los acompañe y les dé esperanza y fuerza ante los distintos escenarios que se abren en esta etapa de la tarea de rescate».
También agradeció las múltiples muestras de solidaridad y cariño que obispos, sacerdotes y fieles han dirigido a los familiares de los mineros atrapados, especialmente las cadenas de oración que se han organizado a lo largo de todo el país por el éxito de las labores de rescate.
Por Igor Roco
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