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Toronto (Jueves, 19-08-2010, Gaudium Press) El Arzobispo de Toronto, Mons. Thomas Collins, está al frente de una inédita campaña en Canadá de ayuda eclesial a refugiados. Para Mons. Collins, el destino de cristianos iraquíes presos en Siria, Jordania y Líbano no es solo un caso más. Para él, la situación es personal.
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| Mons. Thomas Collins |
Según informa la agencia Catholic News, el Arzobispo escribió a obispos de todo Canadá hablando sobre el destino de refugiados iraquíes cristianos, pidiéndoles que estimulen el patrocinio a estos cristianos en sus diócesis. Él también está, personalmente, ayudando financieramente a una familia de refugiados.
«Ayudar a refugiados es importante en un mundo en que tantas personas están sufriendo, y quiero personalmente dar asistencia en eso», declaró el prelado al semanario canadiense «The Catholic Register», conforme reportó Catholic News.
Entretanto, el Arzobispo Collins, como cualquier otra persona, tendrá que esperar un poco hasta conocer a la familia escogida para él por la Oficina arquidiocesana para Refugiados.
El Arzobispo creó la Oficina para Refugiados poco tiempo después de ser Arzobispo de Toronto. El año pasado, él creó una meta para doblar el número de refugiados patrocinados por parroquias y comunidades religiosas en la arquidiócesis.
Según el director ejecutivo de la oficina de refugiados, Martin Mark, a pesar de la burocracia, los tiempos de espera para iraquíes están entre los más cortos para el patrocinio privado de refugiados. «En este momento, varios cristianos están sufriendo por causa de su fe, y nosotros necesitamos de una manera en particular ir hasta ellos», declaró el director.
Mark pasó todo el mes de julio en Siria, Líbano y Jordania, entrevistando familias refugiadas y escogiendo 200 personas para futuros patrocinios a través de la Oficina para Refugiados. Él está, también, en negociación con los sectores de Ciudadanía e Inmigración de Canadá para crear formas de acelerar los procesos de patrocinio.
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