Ciudad de Panamá (Viernes, 27-08-2010, Gaudium Press) Reflexionando en torno a las palabras del Documento de Aparecida que dice que «la vida consagrada es un don del Padre por medio del Espíritu a su Iglesia, y constituye un elemento decisivo para su misión», concluyó -el pasado 20 de agosto- en Panamá el VI Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Vida Consagrada.
Convocado por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), el encuentro reunió a representantes de Vida Consagrada de las diferentes Conferencias Episcopales Latinoamericanas, a obispos delegados del CELAM, a miembros de la Confederación Latinoamericana y Caribeña del Religiosas y Religiosas (CLAR) y a delegados de la Confederación de Institutos Seculares de América Latina (CISAL).
La semana pasada, el CELAM compartió el mensaje final del encuentro -que fue firmado por Mons. Ignacio Gogorza, Presidente de la Comisión de Vida Consagrada del CELAM, el hermano Paulo Petry de la CLAR y la señora Lucy Flores, Presidenta del CISAL- en el que se les envió a obispos, religiosas, religiosas y miembros de sociedades de vida apostólica, «de la Iglesia que peregrina en el continente de la esperanza», un saludo fraternal y con afecto.
En el mensaje señalan que el encuentro «nos permitió reflexionar, discernir y proponer caminos conjuntos, haciendo nuestras las propuestas de la Asamblea de Aparecida», en donde se invitó a favorecer iniciativas de participación y comunión.
Los representantes del encuentro, también aprovecharon para darle gracias a Dios «por el inefable don de la vida consagrada a la Iglesia», y por haber puesto en sus manos la misión de colaborar con la Misión Continental «desde nuestros propios carismas, para testimoniar el seguimiento radical al Señor en nuestra opción por los pobres». Tal como se expone en Aparecida: «En comunión con los Pastores, los consagrados y consagradas son llamados a hacer de sus lugares de presencia, de su vida fraterna en comunión y de sus obras, espacios de anuncio explícito del Evangelio, principalmente a los más pobres, como lo han hecho en nuestro continente desde el inicio de la evangelización».
En el mensaje, igualmente, renovaron su adhesión evangélica y su «modesta colaboración en la misión evangelizadora»-como expresan en el mensaje- con los obispos y pastores de las iglesias particulares de América Latina. A ellos también pidieron «su cercanía, comprensión y colaboración para la vivencia de nuestra consagración, en una sociedad cada vez más alejada de los valores evangélicos», y a las directivas y organizaciones de Vida Consagrada ofrecieron su afecto y servicio «para vivir la comunión y participación en y con la Iglesia».
Entre los países que participaron en el encuentro estaban México, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Cuba, Haití, Colombia, Paraguay y Brasil. También se hicieron presentes representantes de Vida Consagrada de la Santa Sede.
Gaudium Press / Sonia Trujillo
Deje su Comentario