Medellín (Miércoles, 01-09-2010, Gaudium Press) Bondadoso, humilde, de gran vivencia espiritual y mística, y con un fuerte compromiso por formar vocaciones en santidad, así es recordado el padre Jesús Antonio Gómez, conocido como «Toñito», sacerdote colombiano fallecido en 1971, quien dedicó gran parte de su sacerdocio a forjar numerosas generaciones de sacerdotes diocesanos en Medellín.
P. Jesús Antonio Gómez Foto: Arquidiócesis de Medellín |
Por su vida ejemplar y fama de santidad, desde octubre del año 2002 se inició su causa de canonización en la Congregación para la Causa de los Santos en Roma, razón por la cual, cada año, la Arquidiócesis de Medellín -de donde era parte del presbítero colombiano-, anima a una colecta para apoyar el proceso que lo llevará a los altares.
«Estamos dedicando la primera semana de septiembre, como en años anteriores, a la colecta anual para su causa de canonización. Pero, debemos, sobre todo, aprovechar este tiempo para conocer su vida y su obra, para apropiarnos de su ejemplo y su mensaje, para presentar a muchos esta vida sacerdotal tan cercana a nosotros y tan ejemplar. El Padre Jesús Antonio (…) aparece como una figura de particular actualidad para la Iglesia, que debe ocuparse hoy de formar verdaderos discípulos de Jesús (…), que debe lograr presentar de un modo nuevo la identidad y la misión del sacerdote», es la invitación que hizo Mons. Ricardo Tobón Restrepo, Arzobispo de Medellín, en un mensaje publicado por la Arquidiócesis colombiana.
El prelado, también señaló que para la Arquidiócesis «es una gloria poder contar entre los miembros de su Presbiterio con una figura sacerdotal como la del Padre Jesús Antonio Gómez», y recordó que el Padre «Toñito» fue un sacerdote que «vivió de un modo ‘normal’ la alegría de que el Espíritu Santo lo hubiera configurado con Cristo Pastor para la gloria del Padre». Quien lo veía «no podía sino admirarse de esa vida tan llena de Dios y tan generosamente dedicada a los demás, que tenía que concluir, como ante algo evidente: ‘Ese Padre es un santo'», agregó Mons. Tobón Restrepo.
El Padre «Toñito»
El Padre Jesús Antonio Gómez era un humilde campesino, originario del municipio El Santuario -situado en el departamento colombiano de Antioquia-, que nació en el calor de un hogar de 14 hijos, en el año 1895. Ordenado sacerdote en 1922, desempeñó varias labores, entre las que se destacan su misión como capellán de la Casa Provincial de la Presentación de Medellín y de las Carmelitas de la misma ciudad, así como Canónigo Magistral de la Catedral Metropolitana y Rector del Colegio San José de Marinilla.
Su labor más recordada fue precisamente como «apóstol de los sacerdotes», como se referían a él comúnmente. El sacerdote fue director espiritual, por 21 años, del Seminario Conciliar de Medellín donde orientó el camino de numerosos sacerdotes.
Además del Padre Jesús Antonio, entre otras causas de canonización de colombianos en curso, está la de María Jesús Upegui Moreno, fundadora de la Congregación de Adoración y Servicio, conocidas como las «Siervas del Santísimo y la Caridad», y la de Mons. Miguel Ángel Builes, Obispo de Santa Rosa de Osos y fundador de las Hermanas Misioneras de Santa Teresita y las Hermanas Teresitas Contemplativas.
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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