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Washington (Jueves, 02-09-2010, Gaudium Press) De acuerdo con cifras reveladas por el gobierno federal en los Estados Unidos, uno de cada ocho estadounidenses, así como uno de cada 6 niños, viven en estado de pobreza -lo que representa alrededor de 39 millones de personas pobres en el país norteamericano-. Esta situación, unida a factores como un sistema educativo de difícil acceso para algunos, un ambiente familiar con falta de valores y el racismo, han hecho que muchas familias y comunidades en los Estados Unidos vean limitadas sus condiciones de vida.
Como respuesta a estas necesidades, hace 40 años nació la Campaña Católica para el Desarrollo Humano -Catholic Camapaing fot Human Development- (CCHD), una iniciativa establecida por los obispos católicos de los Estados unidos con el propósito de «otorgar fondos a grupos de personas pobres y de bajos recursos económicos que tienen la capacidad de tratar las causas raíz de la pobreza en sus comunidades», como se cita en la información que, sobre la campaña, ha dispuesto la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB).
La Campaña también es la oportunidad para que los católicos de Estados Unidos den esperanza a las familias y las comunidades con bajos recursos económicos, como explica Mons. Roger P. Morin, Presidente del Subcomité de la CCHD de la USCCB: «Durante 40 años, la Campaña Católica para el Desarrollo Humano ha invitado a seguidores de Cristo a compartir la misión de Jesús de ‘llevar buenas noticias a los pobres (…) anunciar la libertad a los cautivos (…) poner en libertad a los oprimidos'».
Campaña que pone en práctica los principios de la enseñanza social católica
Como se menciona en la información de la Campaña, la CCHD basa su acción y su práctica en los principios de la enseñanza social católica, que se resumen en siete temas básicos: la vida y la dignidad de la persona humana, resaltando que toda vida humana es sagrada, creada a imagen y semejanza de Dios, por lo que, tanto la sociedad como su estructura, deben velar por ella; la opción por los pobres e indefensos, quienes merecen una atención preferencial; el llamado a la familia, a la comunidad y a la participación; los derechos y deberes de la persona humana; la dignidad del trabajo y los derechos de los trabajadores; la solidaridad; y el cuidado de la creación de Dios.
La iniciativa se lleva a cabo por medio de una colecta anual realizada en todas las parroquias, y basa su misión en dos aspectos: recaudando fondos para brindarle apoyo a grupos organizados de personas de bajos recursos, con el fin de desarrollar una fuerza económica, e instruir a los estadounidenses sobre la pobreza en los Estados Unidos.
En total la Campaña ha otorgado alrededor de 8.000 auxilios a comunidades lideradas por personas con bajos recursos económicos. Entre ellas se encuentran, por ejemplo, el apoyo vecinal de Chicago en donde la CCHD contribuyó para la reconstrucción de escuelas y se redujera, de esta manera, la presencia de bandas criminales.
Mayor información sobre la campaña puede encontrarse a través del enlace http://www.usccb.org/cchd/
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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