Ciudad de México (Jueves, 09-09-2010, Gaudium Press) En Ciudad de México hay una obra que manifiesta la bondad de Cristo encarnada en la Iglesia: «Ama la Vida». «Ama la Vida», nacida en 1991, es una comunidad terapéutica para farmacodependientes, que forma parte de la Red Cáritas de la Arquidiócesis de México. Actualmente atiende a 60 pacientes (en una atención que incluye a la familia), bajo las modalidades residencial, semi-residencial y ambulatorio.
Sin ánimo de lucro y sosteniéndose básicamente de la caridad de algunos particulares, las personas atendidas por «Ama la vida» reciben atención psicológica, psiquiátrica, terapia ocupacional y preparación académica. «Tratamos de brindarles las herramientas para que hagan un proyecto de vida, pues generalmente nos llegan jóvenes sin hábitos, sin estudios, sin trabajo y con exceso de tiempo libre. Por eso les ofrecemos talleres para que aprendan un oficio o que retomen sus estudios», explica la psicóloga Socorro Colín, quien trabaja en la comunidad.
Todos sabemos que no es fácil la situación de un drogadicto. «Llegue aquí después de que me pasé no sé cuántos días drogada. Había perdido al hijo que esperaba y vivía un ciclo mortal: primero me alcoholizaba, luego me metía cocaína para aguantar, después algo para el bajón, y así día y noche, no había fin», relata ‘Sandy’, quien comenzó con las drogas a los 13 años de edad, acaba de cumplir la mayoría de edad, y se encuentra en rehabilitación. Su camino no ha sido fácil, pero tiene la mejor perspectiva: Hace cuatro meses que no se droga, se ha reconciliado con sus padres, quiere volver a la escuela, y ha «vuelto a creer en Dios y le pido que me ayude».
«Dios», un aspecto esencial en la recuperación de ‘Sandy’. «Estaba muerta en vida, ahora estoy aprendiendo a vivir, a tener ilusiones, estoy haciendo proyectos, pero lo más duro ha sido aprender a perdonarme. No hubiera podido sin la ayuda del padre Rafa», dice la joven. Se refiere al Padre Rafael de Jesús Rocha, quien hace talleres de espiritualidad en «Ama la Vida», enfatizando en el sentido de la existencia, y promoviendo desde una perspectiva cristiana valores como la honestidad, la verdad, la libertad, la justicia y el perdón.
La realidad de la drogadicción es lamentablemente creciente en muchos ambientes. La Procuraduría General de México ha revelado que el consumo entre los jóvenes ha crecido en 127 por ciento en los últimos tres años. En este contexto, estas obras de la Iglesia revelan su importancia.
Para ingresar a «Ama la Vida» los requisitos son mínimos: Que la persona no esté intoxicada, que cuente con un familiar o institución que lo respalde y, por último, que firme un contrato terapéutico. Para informes y donativos se puede comunicar a los Tel. 5276-0426 y 5276-0677 o al domicilio: Héroes de Padierna N° 130 Col. Escandón C.P. 11800, Del. Miguel Hidalgo, Ciudad de México.
Con información del SIAME
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