Caxias do Sul (Lunes, 13-09-2010, Gaudium Press) Nacido hace 50 años en el interior de Caxias do Sul, en Río Grande del Sur, Brasil, Fray Jaime Bettega viene destacándose como uno de los líderes religiosos más carismáticos y solicitados de la Sierra gaucha. Aprendió desde temprano el valor del trabajo y el esfuerzo. Fue, precisamente a través de éstos, que fray Jaime sintió que tenía un llamado especial al sacerdocio.
El religioso busca despertar lo que existe de más humano en las personas y no economiza esfuerzos para hacerlo. Atendiendo solícitamente a Gaudium Press, concedió una entrevista exclusiva y franca sobre su rutina, sus proyectos y cómo viene conquistando al pueblo de la región.
Gaudium Press – ¿Cómo fue su llamado a la vocación sacerdotal?
Desde pequeño siempre me gustó ayudar a las personas. Crecí con ese sentimiento de hacer siempre el bien al prójimo. Cuando tenía 14 años, inicié mi vida como profesional. A los 16, comencé a trabajar en el Diario Correio Riograndense, de propiedad de los Frailes Capuchinos. Después pasé a actuar en la Editora San Miguel, también de los Capuchinos. Viendo el modo de vida de los Frailes, entendí que era eso lo que yo buscaba. Conociendo más a fondo la vida de San Francisco de Asís, descubrí que mi vocación era franciscana. Entré al seminario a los 17 años y nunca más pensé en abandonar este estilo de vida. Amo ser Capuchino. El ideal de San Francisco es siempre actual.
GP – ¿Cómo es su día a día en la diócesis de Caxias do Sul?
Soy párroco de la parroquia Inmaculada Concepción de Caxias do sul, que atiende a 60 mil habitantes, en 32 comunidades. Hace casi 20 años que estoy en esta misma parroquia, donde fui ordenado sacerdote. Me levanto a las 5:00 horas y difícilmente vuelvo a la cama antes de las 22:00 horas. Hago un programa diario de radio, escribo crónicas, atiendo las solicitudes de bendiciones y consejos, preparo las clases que ministro en la universidad, y también, dos veces por semana, frecuento la academia, pues creo que la apariencia comunica la interioridad y cuidar de ella es una extensión del amor propio.
GP – ¿Cuáles son los proyectos y trabajos pastorales que está desarrollando?
La atención pastoral es amplia. Además de las Pastorales, que son muchas, tenemos la Pastoral del Pan que recoge alimentos y distribuye a los pobres. Por medio de ella son distribuidas 500 canastas básicas por mes. Eso sucede hace 15 años, y son recaudadas cinco toneladas de alimentos por mes. Es un verdadero milagro de la multiplicación de los panes. Solamente en esta pastoral, hay unos 300 líderes actuando. Otro trabajo es con niños pobres, de cero a seis años, que no consiguen lugar en las escuelitas gratuitas del municipio. Fundamos el Proyecto Mano Amiga, que auxilia a los niños con 50% de la mensualidad. Acompañamos a los padres con el programa «Creciendo con los hijos». Actualmente, son 150 niños atendidos en este proyecto. Nuestro sueño es atender a los 3.500 niños sin escuelita de Caxias. Tenemos también una máquina de hacer pañales geriátricos, que son distribuidos a los enfermos carentes y un servicio de asesoría jurídica para personas que necesitan de orientación jurídica. Otro trabajo es recibiendo currículos, que son encaminados a las empresas para recolocar a las personas en el mercado laboral. Todo gratuito.
GP – ¿Por qué cree que usted es apuntado como uno de los religiosos más carismáticos de la región?
Además de párroco y coordinador de las obras sociales, soy profesor de ética en el curso de administración de empresas de la Universidad de Caxias do Sul. El contacto con los alumnos, la participación en eventos, las misas de colación, todo eso ayuda para que la persona sea reconocida y buscada. La gente dice que no sé decir «no» a nadie. Busco la forma de atender los pedidos. Hago con alegría este trabajo, que a veces es intenso demás, pero que vale la pena.
GP – ¿A qué atribuye su éxito y su aceptación a su trabajo pastoral?
Dios capacita a las personas, y espera de nuestra parte un continuo perfeccionamiento. Además de filosofía y teología, estudié administración de empresas, especialización en Gestión de Personas y Maestría en Administración, con enfoque en espiritualidad en las organizaciones. Me acerqué al mundo de las organizaciones. Comencé a dar conferencias sobre este tema. Tengo un ritmo muy grande de trabajo. Y eso va aproximando a las personas. No soy legalista. Siempre encuentro una salida para atender lo que las personas necesitan.
GP – ¿Cuál es el centro de interés de su trabajo de evangelización? ¿Y qué hace para alcanzarlo?
El centro es atender al pueblo espiritualmente. Otra dirección es mirar quién está sufriendo. No puedo hablar de Dios si la persona está con hambre. Me preocupo con la formación y la animación de los liderazgos, pues tenemos que multiplicar el número de líderes. De esta forma, el Evangelio llegará a las personas.
GP – En la actualidad, ¿cuál es la importancia de que el sacerdote busque acercarse más a sus fieles, de estar más accesible a ellos?
Muchos lamentan que el pueblo no está donde el sacerdote está. Yo intento hacer el camino inverso: voy donde están los jóvenes, por ejemplo. Estar en una universidad es una cuestión de estrategia. Después, con el tiempo, ellos comienzan a frecuentar los espacios donde estoy. Otro trabajo que aproxima a las más diversas personas es la práctica de la caridad. No es difícil reunir y unir personas alrededor de una causa de promoción humana. La caridad es una palanca de la fe. Muchas personas comienzan haciendo el bien y después se encuentran con la comunidad de fe.
GP – ¿Qué representa para usted, actualmente, ser una persona multimedia?
Continúo viviendo la normalidad de la vida capuchina. Soy feliz como sacerdote. Uso los diversos medios para dialogar con públicos diversos. Pero, mi motivación mayor es poder acortar el camino entre la criatura y el Creador.
GP – ¿Usted tiene algún proyecto ya elaborado que desea poner en práctica en los próximos años?
Quiero resolver, con la ayuda del equipo que formamos, el problema de los 3.500 niños pobres sin escuelita de la ciudad de Caxias do Sul. Otro sueño es crear una post-grado en Espiritualidad en las Organizaciones, para preparar líderes con el objetivo de llevar la espiritualidad -diferente de religiosidad- dentro de las organizaciones. Pues, la mayor parte de las horas del día pasamos en el ambiente de trabajo.
GP – ¿Cómo describiría su relación con el pueblo de la diócesis de Caxias do Sul? ¿Cómo se siente con la acogida y la preferencia de los fieles?
Soy una persona que tiene facilidad de acoger y de estar al lado de las personas. Soy igual y jamás superior a alguien. Amo este pueblo. Estoy aquí hace casi 20 años. Conozco la vida. Nací aquí, también. Cuando la gente ama lo que hace, el pueblo pasa a estar más próximo. Pero, hay muchos sacerdotes que también son cercanos al pueblo. Siempre digo que soy un padre feliz, realizado. Me gusta mi trabajo. Tengo pique de trabajo. Encuentro dificultades, pero nunca desisto.
Por Fernanda Baldini
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