Bogotá (Lunes, 27-09-2010, Gaudium Press) Convocado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, y coordinado por el Cardenal Prefecto de la Congregación, Antonio Cañizares, culminó en Bogotá el Congreso Latinoamericano de Liturgia.
Realizado del 20 al 24 de septiembre en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), el Congreso se desarrolló en torno al lema «La vida litúrgica de la Iglesia en América Latina después de Aparecida», y contó con la participación de los obispos presidentes y secretarios de las Comisiones Nacionales de Liturgia de las diferentes Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe.
Durante el evento académico se reflexionó sobre temas como el papel de la Congregación para el Culto Divino y su trabajo con las Conferencias Episcopales, particularmente las latinoamericanas; la forma de redescubrir la Liturgia a partir del Documento de Aparecida; las traducciones litúrgicas; el reto de la inculturación; la Piedad Popular y la Liturgia, entre otros.
Asimismo, el congreso hizo un análisis sobre documentos como la Constitución Apostólica «Pator Bonus» de Juan Pablo II, la instrucción «Varietates Legitamae» sobre la liturgia y la inculturación, los diferentes documentos de Benedicto XVI sobre Liturgia, el Directorio sobre Piedad Popular y Liturgia, así como el Documento de Aparecida -texto central del encuentro-.
Igualmente, los asistentes compartieron sus experiencias sobre la labor que desempeñan los Episcopados latinoamericanos en el área de la renovación litúrgica.
En este congreso, también participaron, como invitados, comisiones de liturgia de Conferencias Episcopales de Estados Unidos, Portugal y España, y contó, además, con el apoyo del Departamento de Misión y Espiritualidad del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
Lo que dice Aparecida sobre la Liturgia
El documento conclusivo de la «V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano», celebrada en Aparecida, Brasil, en el año 2007, dice sobre la Liturgia: «Encontramos a Jesucristo, de modo admirable, en la Sagrada Liturgia. Al vivirla, celebrando el misterio pascual, los discípulos de Cristo penetran más en los misterios del Reino y expresan de modo sacramental su vocación de discípulos misioneros. La Constitución sobre la Sagrada Liturgia del Vaticano II nos muestra el lugar y la función de la liturgia en el seguimiento de Cristo, en la acción misionera de los cristianos, en la vida nueva en Cristo, y en la vida de nuestros pueblos en Él».
Con información del CELAM.
Gaudium Press / Sonia Trujillo
Deje su Comentario