San Pablo (Martes, 28-09-2010, Gaudium Press) En virtud de la negativa de la Bienal de retirar la serie de pinturas «Enemigos», hecha por el artista plástico Gil Vicente, en las cuales son exhibidos autorretratos del autor en escenas de violencia contra personalidades mundiales, incluso el Papa Benedicto XVI, la Arquidiócesis de San Pablo, Brasil, envió un comunicado en que manifiesta públicamente «su incomodidad, malestar y repudio» por la obra artística.
«Son escenas de un narcisismo chocante, de un mal gusto repugnante y de implícita apología a la violencia», afirmó la Arquidiócesis, que cree que tales imágenes son sin educación y demasiado fuertes, por eso nunca serían expuestas en salas de clase por ningún director de escuela o profesor, y ciertamente serían evitadas en los medios de comunicación de masa.
Por su carácter de incentivo a la violencia, la Arquidiócesis duda también del valor artístico de la obra. «En una sociedad ya marcada por conflictos y herida por tanta violencia, es altamente cuestionable que, en nombre del arte, sean expuestas escenas que sugieren el desahogo del propio odio contra supuestos enemigos. Se trata de un pésimo servicio al arte, una lamentable falta de respeto por la dignidad humana y una amenaza a la paz en el convive social», sentencia.
Específicamente sobre la pintura que muestra al Papa Benedicto XVI bajo la mira de un revólver, la Arquidiócesis de San Pablo dice que «la comunidad católica se siente ofendida y triste con la falta de respeto» a la imagen del pontífice «que peregrina por el mundo en misión de justicia y paz», y alerta para que nadie, impulsado por la obra, cometa el acto de «locura» de atentar contra el Papa o contra cualquier personalidad pública retratada en la obra.
Serie de pinturas «Enemigos»
La serie de pinturas «Enemigos», del artista brasileño Gil Vicente, no retrata solo la violencia contra el Papa. Otras personalidades públicas también aparecen subyugadas por el artista, como el ex-presidente norteamericano George W. Bush, la reina de Inglaterra Elizabeth II, y el presidente de la República Luís Inácio Lula da Silva.
Delante de este contenido, la Orden de los Abogados de Brasil de San Pablo (OAB-SP) pidió, a mediados de septiembre, que los cuadros no fuesen exhibidos en la 29º Bienal de Artes de San Pablo, abierta al público el sábado 25. La OAB consideró la obra como «apología al crimen». Con todo, aún delante de los reclamos, la dirección de la Fundación de la Bienal de San Pablo, responsable por la realización del evento, divulgó una nota defendiendo la permanencia de las obras en la exposición.
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