París (Jueves, 28-10-2010, Gaudium Press) «La Divina Misericordia como antídoto al mal que desuela nuestra sociedad» fue el tema del primer encuentro de la Divina Misericordia en África, realizado entre el 17 al 24 de octubre en el Santuario de la Divina Misericordia en la ciudad de Kabuga, Rwanda, al que asistió el Cardenal Philippe Barbarin, arzobispo de Lyon.
El purpurado francés manifestó que en el encuentro, al que concurrieron 600 personas, pudo ver al vivo «la gracia de Dios en obra», en un país marcado por un gran sufrimiento, particularmente el genocidio ocurrido en 1994, donde se estima que murieron ceca de 1.000.000 de personas en un grave conflicto étnico. A la misa de clausura del encuentro asistieron alrededor de 5.000 personas.
«La misericordia de Dios debe ser victoriosa», fue el mensaje de esperanza llevado por el purpurado francés.
La devoción a la Divina Misericordia
El 30 de abril del año 2000 Juan Pablo II canonizaba a María Faustina Kowalska, religiosa polaca que en obediencia a su director espiritual había escrito un diario de 600 páginas conteniendo las revelaciones que recibió del propio Jesucristo sobre la Misericordia de Dios. Ese día el Papa decretaba que en adelante, la Iglesia celebraría el Segundo Domingo de Pascua como el Domingo de la Divina Misericordia.
Los siguientes son algunos trechos del diario de Santa Faustina:
«Exijo de ti obras de Misericordia que deben surgir del amor hacia Mí. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. (Diario 742).
«Cuando un alma se acerca a Mí con confianza, la colmo con tal abundancia de gracias que ella no puede contenerlas en sí misma, sino que las irradia sobre otras almas. » (Diario 1074)
La imagen de la Divina Misericordia
El 22 de Febrero de 1931, Santa Faustina tuvo una visión de Jesús en el pueblo de Plock, Polonia, quien le pedía lo siguiente:
«Pinte una imagen de acuerdo a esta visión, con las palabras ‘Jesús, en Vos confío’ Yo deseo que esta imagen sea venerada, primero en tu capilla y luego en el mundo entero.»
«Yo prometo que, el alma que venere esta imagen, no perecerá. También prometo victoria sobre sus enemigos aquí en la tierra, especialmente a la hora de la muerte. Yo mismo la defenderé con mi propia Gloria.»
«Los dos rayos indican Agua y Sangre. El rayo pálido significa el Agua que hace las almas justas. El rayo rojo significa la Sangre que es la vida de las almas.»
«Estos dos rayos salieron de las profundidades de Mi tierna Misericordia, cuando Mi corazón agonizado fue abierto por la lanza en la Cruz.»
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