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Ciudad de México (Jueves, 04-11-2010, Gaudium Press) Entre las labores que se realizan en las parroquias y las capillas, una que en ocasiones es poco reconocida, es la que presta el sacristán -aquel quien brinda un importante servicio asistiendo al sacerdote, sobre todo, en la sacristía, de manera particular en la custodia de los objetos sagrados-.
Reconociendo la labor que desempeñan estos servidores de la Iglesia, y con el fin de promover la actividad y formación de los sacristanes, se realizará en Ciudad de México el Primer Encuentro Pastoral con Sacristanes. Éste, que será el próximo lunes 8 de noviembre, reunirá a los sacristanes de más de 800 parroquias, rectorías y capillas de la Arquidiócesis de México. El encuentro es animado por la Vicaría Episcopal de Área Pastoral, a través de la Comisión de Religiosidad y Piedad Popular.
El Arzobispo de México y Primado del país centroamericano, Cardenal Norberto Carrera -según el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de Mexico (SIAME) – es uno de los más interesados en ofrecer atención «a los hermanos que prestan este servicio en su comunidad, cuyo ministerio en muchas ocasiones es poco reconocido».
Manual de los Sacristanes
Precisamente, pensando en el valioso servicio que ofrecen los sacristanes, la Arquidiócesis mexicana elaboró un Manual para los servidores en las celebraciones del culto, o «Manual de los Sacristanes», que será entregado a los participantes del encuentro, y que incluye -de forma completa y sencilla- los diversos aspectos del quehacer del sacristán.
Según el padre Rubén Sandoval, Director de la Comisión de Religiosidad y Piedad Popular -que promueve el encuentro-, y quien fue citado por SIAME, el Manual es una ayuda para el trabajo de los sacristanes, «para que sepan quienes son, qué deben hacer, cómo lo deben realizar, cuándo y con quien».
Al respecto, el Padre Sandoval, también manifestó que el documento le dará a los sacristanes una guía de cómo pueden llevar a cabo correctamente su función, «para que, desde su identidad de personas cristianas-católicas, amen y valoren su vocación de servicio», tal como citó SIAME.
El Manual consta de 12 capítulos que hablan sobre la identidad teológica y pastoral del sacristán y su ministerio, también brinda herramientas que ayuda a definir el perfil de los servidores del culto, qué formación deben tener, y le da a los sacristanes algunas reglas que deben seguir para que el templo sea agradable y acogedor, qué trato deben darle a los feligreses, y, de manera importante, cómo debe ser su servicio en las celebraciones eucarísticas, es decir, cómo deben preparar los elementos necesarios en el altar, el atuendo del sacerdote, y cómo debe estar organizado el templo.
Antiguamente, los trabajos del sacristán eran realizados por los conserjes o «ostiarri», luego sus funciones fueron realizadas por los tesoreros o «mansionarii». Pero fue Gregorio IX, en el Decreto «De officio sacristæ», quien le dio un lugar relevante al sacristán como un oficio honorable, principalmente por su servicio como custodio de los vasos sagrados.
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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