Baltimore (Jueves, 18-11-2010, Gaudium Press) En una votación casi unánime (218-1), los obispos americanos reunidos en su asamblea de otoño en Baltimore acordaron la preparación de una breve declaración sobre el llamado ‘suicidio asistido’, que será debatida y votada en su próxima asamblea de primavera en Junio de 2011.
El Cardenal Arzobispo de Houston, Mons. Daniel DiNardo, que es también presidente del Comité de Actividades Pro-Vida del episcopado americano, ya había subrayado en su intervención del 16 pasado la «amenaza cada vez más urgente» puesta por el más amplio uso del suicidio asistido en los Estados Unidos.
Oregon fue por mucho tiempo el único estado americano en permitir esa práctica. Entretanto «la situación ha cambiado en los años recientes, y para mucho peor», expresó el purpurado.
Según afirma el Cardenal DiNardo, los promotores del suicidio asistido están ahora «más organizados, mejor financiados y más sofisticados» que nunca. Para el obispo de Great Falls – Montana, Mons. Michael Warfel, quienes proponen el suicidio asistido «lo hacen aparecer como si esa fuera la vía compasiva a seguir», señalando que se necesitan más herramientas y recursos para combatir tal actitud. En el 2008 una decisión de la Corte de Montana declaró que la prohibición de esa práctica violaba la constitución del estado.
Aunque algunos prelados pidieron que la declaración anunciada fuera aprobada antes de Junio; entretanto el Cardenal DiNardo dijo que convenía que un documento de esa importancia llevara el «peso completo» de la Conferencia Episcopal. Los obispos se volverán a reunir del 13 al 15 de junio en Seattle, donde el suicidio asistido es legal desde el 2008.
Suicidio
Sobre el suicidio se ha expresado la Iglesia en su Catecismo (n. 2280 al 2283), donde se declara que el hombre no es dueño de la vida sino solo su administrador. «El suicidio contradice la inclinación natural del ser humano a conservar y perpetuar su vida. Es contrario al amarse a sí mismo. También se contradice con el amor al prójimo, porque rompe injustamente el nudo de relaciones humanas (familiar, civil, humana)», expresa el catecismo, afirmando también que «es moralmente ilícito cooperar con el suicida».
Acerca de los argumentos que refutan la propaganda a favor de la eutanasia y el suicidio asistido, se puede consultar el documento de Adolfo Castañeda -Coordinador Auxiliar para Hispanoamérica Vida Humana Internacional- «Cómo defender la vida ante los argumentos a favor de la eutanasia y el suicidio asistido» (http://es.catholic.net/sexualidadybioetica/342/1297/articulo.php?id=8147)
Con información del National Catholic Register.
Gaudium Press / S. C.
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