San Pablo (Miércoles, 24-11-2010, Gaudium Press) La Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB) divulgó ayer la carta de agradecimiento que el Papa Benedicto XVI envió al cardenal brasileño Cláudio Hummes el día 7 de octubre, cuando la renuncia de este al cargo de prefecto de la Congregación para el Clero fue aceptada por el Pontífice. Mons. Cláudio, de 76 años, renunció por haber alcanzado la edad límite para la función.
Cardenal Cláudio Hummes |
En la misiva, el Pontífice saludó al cardenal por su trabajo al frente del dicasterio. «Recordando los muchos años de tu ministerio sacerdotal y episcopal, agradezco contigo al Señor por el bien realizado en el largo y fiel servicio a la Iglesia», dice Benedicto XVI en la carta.
«La consciencia de haber dedicado incansablemente, con alegría y competencia, toda tu energía por la causa del Reino de Dios, y también la colaboración, Señor Cardenal, que continuarás ofreciendo como miembro del Colegio Cardenalicio, llenen tu ánimo de alegría y paz, como llenan el mío de complacencia por poder todavía valerme de tu calificada experiencia en un campo que me está muy a pecho», continuó el Papa.
Vea a seguir la carta íntegra del Santo Padre al cardenal Cláudio Hummes:
Carta Autografiada (Traducida del italiano)
Al Venerable y Querido Hermano
El Señor Cardenal Cláudio Hummes, O.F.M.
En el momento en que Vuestra Eminencia deja el oficio de Prefecto de la Congregación para el Clero deseo expresarte la más viva gratitud por el amor y la solicitud con que cumpliste este delicado y exigente cargo.
Recordando los muchos años de tu ministerio sacerdotal y episcopal, agradezco contigo al Señor por el bien realizado en el largo y fiel servicio a la Iglesia. Después de haber trabajado en diversos ámbitos de la vida diocesana, el Papa Pablo VI, de venerable memoria, te nombró Obispo Coadjutor de Santo André, en San Pablo, donde ejerciste el ministerio episcopal por más de veinte años, dedicándote con pasión a las necesidades espirituales y materiales del Pueblo de Dios. Sucesivamente, mi amado Predecesor te quiso primero Arzobispo de Fortaleza y después de San Pablo, donde diste un impulso a la pastoral vocacional y la formación de los sacerdotes. Aunque por un período relativamente breve, yo quise que trajeras la riqueza de tu experiencia también a la Curia Romana.
La consciencia de haber dedicado incansablemente, con alegría y competencia, toda tu energía por la causa del Reino de Dios, y también la colaboración, Señor Cardenal, que continuarás ofreciendo como miembro del Colegio Cardenalicio, llenen tu ánimo de alegría y paz, como llenan el mío de complacencia por poder todavía valerme de tu calificada experiencia en un campo que me está muy a pecho.
Por tanto, es querido para mí, en esta circunstancia, hacerte llegar, Señor Cardenal, el augurio de todo bien y prosperidad en el Señor, invocando sobre tu ministerio, que pronostico aún largo y fecundo, toda Gracia deseada.
Al confiar tu Persona a la especial protección e intercesión de la Bienaventurada Virgen María, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y de San Francisco de Asís, de corazón te concedo, en auspicio de abundantes recompensas divinas y en prenda de mi fraterna proximidad, la Bendición Apostólica, que de buena voluntad extiendo a las personas que te son próximas y queridas.
Vaticano, 7 de octubre de 2010.
Papa Benedicto XVI
Deje su Comentario