Aparecida (Martes, 30-11-2010, Gaudium Press) Devotos de la región de la Arquidiócesis de Aparecida y fieles oriundos de diversas partes del Brasil llenaron la Basílica de Aparecida, en el Santuario Nacional, para acompañar la primera misa de Mons. Raymundo Damasceno Assis como Cardenal de la Iglesia.
Ésta fue la primera celebración de Mons. Raymundo, Arzobispo de Aparecida y Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, después de su retorno de Roma, donde fue incardinado por el Papa Benedicto XVI en el Tercer Consistorio Ordinario Público convocado por el Pontífice.
Mons. Raymundo presidió la celebración de las 18:00 horas, asistido por diversos obispos de diócesis brasileñas: el obispo de Lorena, Mons. Benedito Bení (estado de San Pablo); de la diócesis de Taubaté (San Pablo) el emérito Mons. Antônio Afonso de Miranda y el titular Mons. Carmo Rhoden, de la diócesis de São José dos Campos; (San Pablo) Mons. Moacir Silva, de Caraguatatuba (San Pablo); Mons. Antonio Carlos Altieri, de Campinas (San Pablo); Mons. Bruno Gamberini, de Rubiataba-Mozarlândia (Goiás); el emérito Mons. José Carlos de Oliveira, de Santo André (San Pablo); Mons. Nelson Westrupp, de Juiz de Fora (Minas Gerais); Mons. Gil Antonio Moreira, de Lins (San Pablo); y también el Secretario General de la CNBB, Mons. Dimas Lara Barbosa.
«Recibí este nombramiento del Papa Benedicto XVI con humildad y temor, pero confiado en la gracia de Dios y agradecido por darme esta oportunidad más de vivir esta experiencia eclesial en ámbito universal y de servir a la Iglesia en este nuevo encargo», declaró Mons. Damasceno, que aprovechó su homilía para agradecer a todos los que rezaron por él.
Además, el Cardenal dijo que, siendo presidente del CELAM, entiende este nombramiento como un reconocimiento también a toda la Iglesia del continente.
En su homilía, Mons. Raymundo habló también sobre el nuevo tiempo litúrgico que se inició este domingo, el Adviento. «Que este tiempo sea una ocasión favorable para abrir nuestro corazón a la salvación que Dios nos ofrece en su Hijo Jesús. Es hora de despertar del sueño, de nuestro comodismo, de nuestro egoísmo».
Con informaciones del Santuario Nacional de Nuestra Señora Aparecida.
Deje su Comentario