Washington (Miércoles, 01-12-2010, Gaudium Press) Actualmente, en los Estados Unidos, alrededor de 35.000 religiosos, entre hombres y mujeres, superan los 70 años de edad. Ellos tienen un costo promedio de atención anual que supera los 36.000 dólares por persona, cifra que, en muchas ocasiones, no puede ser sostenida por las comunidades religiosas.
Con el propósito de dar respuesta a esta necesidad y de bridarle apoyo a los religiosos, religiosas y sacerdotes ancianos de órdenes religiosas, la Iglesia de los Estados Unidos está animando a los fieles de las diferentes parroquias de su país para que participen en la campaña anual del Fondo para la Jubilación de los Religiosos, que este año tiene como lema «Compartan su cuidado».
Esta campaña es coordinada, desde 1986, por la National Religious Retirement Office (NRRO) -Oficina Nacional de Jubilación de Religiosos-, con sede en Washington, y cuenta con el apoyo de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), la Conferencia de Superiores Mayores y el Consejo de Superioras Mayores de Religiosas. Su finalidad es dar apoyo financiero para el cuidado diario de miles de religiosos mayores que hacen parte de comunidades religiosas.
Pero, como señala la misma NRRO, «a pensar de la generosidad sin paralelo de los católicos hacia el Fondo para la Jubilación de Religiosos, muchas comunidades religiosas continúan carentes de suficientes recursos para apoyar su jubilación y el cuidado de sus miembros ancianos».
Unido a ello, en los próximos años la proporción de miembros con salario y los que están jubilados cambiará. «En la actualidad, las entradas de los religiosos en ministerios compensados cubre una porción importante de la brecha en el financiamiento de su jubilación, pero ese no será el caso en los próximo años», explica la NRRO.
De igual forma, en la última década, varias comunidades religiosas han tenido que renovar sus conventos y monasterios para que se le proporcione un espacio más adecuado a las necesidades de religiosas y religiosos ancianos, incluso otras comunidades se han fusionado para aumentar su capacidad y ofrecerle mayor atención a los mayores, mientras continúan en su ministerio.
Por estos motivos, la Iglesia de los Estados Unidos, a través de sus diócesis y parroquias, está animando a los católicos para que sus aportes sean más generosos y un mayor número de religiosas y religiosos se vean beneficiados con el fondo de jubilación.
En la campaña del año pasado, la colecta alcanzó $28.1 millones de dólares, que la NRRO logró distribuir para la ayuda financiera de 477 comunidades religiosas que representan a más de 45.000 religiosos, entre hombres y mujeres.
Este fondo permite, entre otras cosas, que se cubran necesidades tales como medicamentos, abastecimiento para enfermería, y que se proporcione el cuidado básico y continuo para los religiosos ancianos.
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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