Buga (Miércoles, 15-12-2010, Gaudium Press) Debido a las fuertes lluvias que en los últimos meses vienen afectando a gran parte del territorio colombiano -las que a la fecha dejan cerca de 2 millones de damnificados-, la Iglesia católica en el Valle del Cauca, departamento colombiano, convocó a los fieles a que se solidaricen con las víctimas, damnificados y desempleados que ha dejado la ola invernal.
En unión a este llamado, y con el fin de pedirle a Dios la gracia de un buen tiempo y que cesen las lluvias desmedidas, ayer a las 3:00 de la tarde, hora local, se realizó en la Basílica de Buga, así como en todas las parroquias del Valle del Cauca, la gran rogativa al Señor de los Milagros, «como signo de fe en Dios, en cuyas manos están nuestros destinos y bajo cuya luz necesitamos vivir para obrar el amor y la solidaridad», como señaló Mons. Darío Jesús Monsalve, Arzobispo Coadjutor de Cali, en el mensaje que dio a conocer convocando a esta jornada de oración.
Durante las celebraciones, tanto la Basílica del Señor de los Milagros, como las parroquias, sirvieron de centros de recaudo para que fieles se solidarizaran con los damnificados y dieran su aporte en dinero y especie. «Apoyamos como centro de recaudo de los recursos en dinero y especie a la Cruz Roja Colombiana y, al mismo tiempo, nuestra Pastoral Social en cada Diócesis seguirá recibiendo las ayudas que los feligreses lleven a sus parroquias y lugares de culto», añade Mons. Monsalve en el mensaje.
Finalmente, el prelado también convocó a los empresarios del departamento colombiano para que, no solamente realicen sus aportes, sino que eviten los despidos de los trabajadores y empleados en estos momentos de crisis. «Que la solidaridad de la sociedad, del Estado, de la Comunidad Internacional ayuden a este propósito primordial de mantener el trabajo y subsidiar a todos los productores afectados», añadió.
Nuevo Arzobispo de Barranquilla da un mensaje de esperanza a los damnificados
Por su parte, el nuevo Arzobispo de Barranquilla, Mons. Jairo Jaramillo Monsalve, acompañado por el Obispo Auxiliar, Mons. Víctor Tamayo Betancourt, visitó el pasado 12 de diciembre a las familias afectadas por el invierno del municipio Sabanagrande, en el Departamento del Atlántico.
«Quiero comprometer la vida de la Arquidiócesis de Barranquilla para que acompañemos de la mejor manera a todas y cada una de las familias que están viviendo ahora el desplazamiento de su tierra, de su familia, hasta el momento en que nosotros podamos ayudarlos a recuperar la vida normal que ellos han tenido en sus pueblos», fue el mensaje que dio el prelado en el lugar, el cual fue citado en una nota de prensa de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).
En la nota, también se menciona que el Arzobispo confía reunirse en los próximos días con el Gobernador del Atlántico, Eduardo Verano De la Rosa, y el Alcalde de la ciudad de Barranquilla, Alejandro Char Chaljub, para reiterar el acompañamiento de la Iglesia a las familias que lo han perdido todo como consecuencia del invierno.
El prelado, igualmente, visitó los albergues que el municipio de Sabanalarga ha dispuesto para atender a los damnificados que ha dejado la ola invernal en esta área de Colombia.
En Bogotá, el Arzobispo primado oró también por el cese de las lluvias
En la celebración eucarística solemne, que tuvo lugar el pasado 8 de diciembre día de la Inmaculada Concepción, en la Catedral Primada de Colombia, el Arzobispo de Bogotá, Mons. Rubén Salazar, realizó una rogativa en nombre de todos los colombianos, pidiendo a la Providencia el cese de las lluvias. En la ceremonia se hallaban presentes el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordoñez Maldonado, y el Ministro de Trasportes, Germán Cardona Gutiérrez, a nombre del Ejecutivo.
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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