Ciudad de México (Martes, 04-01-2011, Gaudium Press) El pasado 1º de enero, en la festividad de Santa María Madre de Dios, la Iglesia católica también conmemoró la 44º Jornada Mundial de la Paz que se desarrolló con el tema «Libertad Religiosa, camino para la paz». Con motivo de esta jornada de reflexión, Mons. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en México dedicó la homilía de la tradicional Misa de acción de gracias -que se conmemora cada año nuevo en la Basílica de Guadalupe- al tema de la libertad y la paz, y encomendó a la patrona de México, la Virgen de Guadalupe, la paz de México.
Sobre el tema de la libertad religiosa, como camino para la paz, el prelado -recordando la encíclica «Pacem in terris» del papa Juan XXIII- dijo que la paz «es necesaria y también es posible si se apoya en la verdad, la justicia, el amor y la libertad», sobre todo en la libertad religiosa, «libertad que tiene sus raíces en la misma dignidad humana y se orienta a la búsqueda de la verdad inmutable, y que por ello mismo es posible definirla como la ‘libertad de libertades'», agregó.
Mons. Christophe Pierre |
Asimismo, señaló que en la actualidad la Iglesia ora, «con mayor insistencia y con creciente confianza», por la paz, pero a la vez trabaja por la paz en todas sus dimensiones; «por la paz de conciencias, por la paz de las familias y por la paz entre las naciones, consciente de que sólo en la paz se puede desarrollar auténticamente la gran comunidad de los hombres», expuso.
Continuando con el tema central de la Jornada Mundial por la Paz -la libertad religiosa-, Mons. Pierre recordó que hoy son muchas las zonas en el mundo en donde persisten formas de limitación a la libertad religiosa y -haciendo eco a parte del mensaje de Benedicto XVI para esta jornada- reiteró que no son pocos quienes hoy sufren por seguir a Jesucristo: «Todo esto no se puede aceptar, porque constituye una ofensa a Dios y a la dignidad humana; además es una amenaza a la seguridad y a la paz e impide la realización de un auténtico desarrollo humano integral».
Finalmente, y retomando de nuevo parte del mensaje del Santo Padre, dijo que la libertad religiosa «es un arma auténtica de la paz, con una misión histórica y profética», razón por la cual -continuó el Nuncio Apostólico- «salvaguardar la libertad religiosa en nuestro mundo multicultural, multirrreligioso y secularizado, es una de las maneras de salvaguardar la paz».
El misterio de la maternidad divina de María
Mons. Christophe Pierre, en su homilía -y en el marco de la también festividad de María Madre de Dios-, igualmente hizo referencia al misterio de la maternidad divina de María, «Madre de Jesús y Madre nuestra».
Dijo que este misterio también «ilumina el designio de Dios sobre toda maternidad que, como María, es siempre (…) una bendición (…) Bendición, ante todo, para la misma mujer que mediante la generación da cumplimiento a la aspiración más fuerte y más noble de su ser, de su psicología y de su intimidad. Bendición para el hombre y la mujer que unidos en matrimonio, son precisamente bendecidos con los hijos frutos de su unidad, de su entrega, de su gozo y de su amor. Bendición para la Iglesia, que ve acrecentar el número de sus hijos. Bendición para la sociedad, que se ve enriquecida con la aportación de nuevos ciudadanos al servicio del bien común».
Con información de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM)
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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