Florianópolis (Viernes, 07-01-2011, Gaudium Press) En los meses de enero y febrero, la Arquidiócesis de Florianópolis, en el estado de Santa Catarina, Brasil, intensifica la promoción del turismo religioso e incentiva a la población a pasar sus vacaciones contemplando a Dios, conociendo lugares maravillosos y acrecentando su fe. Todos los años, millares de peregrinos, provenientes de diversas localidades del Brasil, visitan los santuarios de la región y los varios destinos de peregrinación católica.
Gruta de Angelina |
Las ciudades de Brusque, Nova Trento, Florianópolis y Angelina son algunas de las localidades que ofrecen excelentes opciones de turismo religioso, con gastronomía típica de las colonizaciones locales, paisajes exuberantes y mucho misticismo.
En el estado hay 22 santuarios, entretanto, próximo al litoral catarinense se destacan siete: Santa Paulina, Angelina, Azambuja, Nuestra Señora del Buen Socorro, Nuestra Señora de Fátima, Nuestra Señora de los Navegantes y Nuestra Señora de Caravaggio.
Nova Trento, considerada la segunda mayor estancia turística del Brasil, posee dos santuarios: el de Santa Paulina y el de Nuestra Señora del Buen Socorro. La canonización de Santa Paulina fue la responsable en convertir a la región en mundialmente famosa. Ella fue la primera santa de Brasil y la primera de su ciudad de origen, Vígolo Vattaro, en Italia. Todos los meses, más de 30 mil visitantes van al lugar para rezar y agradecer por las gracias alcanzadas.
El Santuario de Nuestra Señora del Buen Socorro fue construido entre 1899 y 1912, y está localizado en el Morro da Cruz, a 525 metros de altura, donde se encuentra una exuberante estatua de bronce de la santa. Encima de la Iglesia un mirante hace posible una visión panorámica de todo el Valle del Río Tijucas hasta su encuentro con el mar.
Santuario de Nuestra Señora del Buen Socorro |
Otro punto de parada obligatoria de turistas y peregrinos es el Santuario de Nuestra Señora de Caravaggio, situado en el Valle de Azambuja, en la ciudad de Brusque. El lugar queda a tres kilómetros del centro de la ciudad, y allá no se invoca mucho a Nuestra Señora de Caravaggio, pero sí a Nuestra Señora de «Azambuja», debido al Valle de Azambuja donde se localiza el santuario.
En la capital catarinense, el pueblo es atraído por el Santuario de Nuestra Señora de Fátima, que recibió la dignidad de santuario el 12 de octubre de 1987, en una misa campal presidida por el arzobispo local de entonces, Mons. Afonso Niehues.
Vale destacar también que hace 240 años, en Florianópolis, la Procesión del Señor Jesús de los Pasos se mantiene como una de las mayores fiestas de fe y religiosidad popular de Santa Catarina. Uno de los momentos resaltantes de la procesión sucede al pie de la colina del hospital de la región, cuando la imagen del Señor Jesús hace un giro de 360 grados despidiéndose de los fieles.
Por su parte, la linda Gruta de Angelina, localizada en el municipio de Angelina, fue un regalo de Fray Zeno Wallbroehl, misionero franciscano que fue afectado por una enfermedad que lo llevó al borde de la muerte. Hizo, entonces, la promesa de construir una gruta a Nuestra Señora si ella lo curase. Ya con la salud restablecida fue a la búsqueda del lugar, que vio en sueños, para la construcción de la Gruta, encontrándolo en las cercanías de Angelina.
Procesión del Señor Jesús de los Pasos |
Actualmente, un lugar que también ha atraído muchos fieles, principalmente a jóvenes, es San Luiz, pequeña comunidad en Imaruí, al Sur del Estado. Allá nació, el 11 de abril de 1919, Albertina Berkenbrock, joven asesinada a los doce años al resistir a un intento de abuso. La primera señal de santidad de Albertina ocurrió el día de su muerte, pues la sangre chorreaba de su cuello siempre que el agresor se acercaba al cajón. Su proceso de beatificación ya está en Roma, en la Congregación para las Causas de los Santos.
En todo el Brasil, y en el mundo, los destinos religiosos atraen millones de personas todos los años. Además de despertar la fe, la esperanza y la oración, la comunión con la belleza natural brasileña es otro aspecto que cautiva a los visitantes. En Santa Catarina no es diferente.
Por Fernanda Baldini
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