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Roma (Viernes, 07-01-2010, Gaudium Press) En entrevista con la agencia AP publicada en el día de hoy, el embajador americano en el Vaticano, Miguel H. Díaz, dijo que las relaciones entre EE.UU y la Santa Sede son demasiado fuertes para ser socavadas por las revelaciones de Wikileaks.
Tales «revelaciones», incluyen opiniones sobre la sensibilidad ecológica del Papa, y afirmaciones de que el Vaticano es un estado poco moderno y jerárquico donde faltan «voces disidentes». En esa línea, los informes revelados por Wikileaks afirman que el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado vaticano, es un «yes man» («hombre sí») al servicio del Papa. Aunque, la publicación de los documentos reservados de la diplomacia americana con relación a la Santa Sede fue precedida de una campaña de expectativa, realmente causaron poca conmoción cuando fueron difundidos.
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Embajador Miguel H. Díaz Foto: Embajada Americana |
«En el Vaticano, el Papa es el responsable último de todas las decisiones importantes», aunque en ocasiones delega en «aquellos que más saben o mejor informados están sobre cada materia particular», escribía la señora Julieta Valls Noyes, entonces encargada interina de la legación americana, en un informe a Washington revelado por Wikileaks, constatando la evidencia.
El embajador Miguel Díaz dijo hoy a AP que en cualquier relación siempre hay «altos y bajos» que en ocasiones terminan en divorcios, pero que entretanto no se está en «una de esas situaciones». Entretanto, son públicos los reparos que autoridades eclesiásticas americanas han hecho a diversas políticas implementadas por el actual gobierno.
De hecho las «revelaciones» de Wikileaks sobre lo que piensa la diplomacia estadounidense acerca del Vaticano no tiene verdaderas «sorpresas» y sí una exposición favorable de la obra diplomática, humanitaria y caritativa de la Iglesia católica, como declaró a la agencia Zenit en diciembre pasado Matteo Luigi Napolitano -profesor asociado de Historia de las Relaciones Internacionales en la Universidad Marconi de Roma y delegado internacional del Comité Pontificio de Ciencias Históricas para los problemas de Historia Contemporánea.
«Pongo sólo unos ejemplos -declaró Napolitano a Zenit. Los diplomáticos estadounidenses observan en varias ocasiones que el Vaticano está a favor del desarrollo en el Tercer Mundo y que quiere la condonación de la deuda de los países pobres; afirman también que el Papa quiere el diálogo entre las confesiones religiosas. El Papa, para los estadounidenses, es sin duda «el líder más conocido a nivel mundial, junto al presidente de los Estados Unidos». Los documentos nos dicen que la atención de la Santa Sede por Oriente Medio es constante: si bien su política no coincide con la del presidente George W. Bush. Con la administración republicana hay desacuerdo también en la guerra en Irak. Impresiona también lo que se lee sobre China: ‘La Santa Sede tiene excelentes fuentes de información sobre los disidentes, sobre los derechos humanos, sobre la libertad religiosa y sobre el control gubernamental sobre la población’. Lo dice el Departamento de Estado, que habla del Vaticano como un observatorio privilegiado para conocer profundamente los asuntos chinos».
«La atención del Vaticano por la India también es máxima, especialmente después de los actos de violencia contra los cristianos. En la India, leemos en los documentos, ‘el Vaticano, los obispos locales […] y varias organizaciones misioneras son y seguirán siendo observadores atentos de los abusos sobre los derechos humanos’. La diplomacia pontificia se interesa también por Corea del Norte, donde organizaciones de ayuda católicas visitan periódicamente el país. Mientras que en la región africana de los Grandes Lagos, el Vaticano se apoya en la obra de la Comunidad de San Egidio, que ‘tiene un papel importante en los esfuerzos internacionales para mediar en la crisis’ «, expresó también Napolitano en la ocasión, concluyendo que «el balance es que, a partir de una lectura menos superficial, estos documentos dan a la diplomacia vaticana el prestigio moral que conocemos».
El embajador Díaz
El embajador Miguel H. Díaz, tiene dos particularidades, es teólogo y es hispano. Díaz, nacido en Habana, Cuba, es el primer representante hispánico de los Estados Unidos en la Santa Sede desde 1984, cuando los EUA comenzaron las relaciones diplomáticas con el Vaticano.
El teólogo ejerció como profesor de Teología en el College of St. Benedict / St. John’s University y en la School of Theology en St. John’s University en Collegeville, Minnesota, en los Estados Unidos. Obtuvo los diplomas de bachillerato en la St. Thomas University en 1988, magister, en 1992, y doctorado en Teología Sistemática en la University of Notre Dame, en 2000.
De 2001 a 2003 enseñó y sirvió como rector académico en el St. Vincent de Paul Regional Seminary, en Boynton Beach, Florida. Él es miembro del cuadro de la Sociedad Teológica Católica de América y ex-presidente de la Academia de Teólogos Católicos Hispanos de los Estados Unidos.
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