Santiago (Lunes, 17-01-2010, Gaudium Press) Con mucha alegría y emoción cientos de fieles arribaron desde muy temprano a la Catedral Metropolitana para participar de la celebración eucarística con que la Iglesia capitalina acogió a su nuevo pastor, monseñor Ricardo Ezzati Andrello, quien durante la mañana del sábado 15 de enero tomó posesión del cargo como XII Arzobispo de Santiago.
A la Santa Misa asistieron diversas autoridades civiles y una gran cantidad sacerdotes, religiosos, religiosas, diáconos, delegaciones de capillas y parroquias, de movimientos apostólicos y asociaciones laicales; quienes con mucho entusiasmo siguieron cada momento de la ceremonia a través de las pantallas televisivas instaladas a los costados del Templo.
Con el canto de entrada «Juntos como hermanos» entonado al unísono por los asistentes, la procesión de obispos avanzó en medio de aplausos hasta el altar mayor para dar inicio a la solemne eucaristía, que fue presidida por monseñor Ricardo Ezzati y concelebrada por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz; por el Obispo Emérito de Santiago, Cardenal Jorge Medina y por el Nuncio Apostólico, monseñor Giuseppe Pinto.
También estuvieron presentes como concelebrantes la gran mayoría de los Obispos de Chile, entre ellos los Obispos Auxiliares de Santiago; además de la totalidad de los Vicarios Episcopales y más de 300 sacerdotes pertenecientes al clero arquidiocesano.
Tradicional y simbólico ceremonial
Ajustándose a un estricto protocolo, al inicio de la eucaristía se proclamó la Bula del Santo Padre en la que se nombra a monseñor Ricardo Ezzati Andrello como Arzobispo de Santiago de Chile; la que fue exhibida por el Deán de la Catedral, monseñor Juan Suárez, y leída a los presentes por el sacerdote Hans Kast, Canciller de la Arquidiócesis.
Luego de ello, en un momento muy emotivo, el Cardenal Errázuriz le cedió su lugar en la sede a monseñor Ezzati por medio del acto de entrega del báculo -signo propio del pastor-, y ante el cual los fieles respondieron con un efusivo aplauso. Desde ese instante, monseñor Ezzati se convirtió en el duodécimo Arzobispo de Santiago.
Monseñor Cristián Precht, Vicario General de la Pastoral, fue el encargado de saludarlo a nombre de toda la Iglesia de Santiago. En su mensaje destacó el aprecio con que toda la comunidad arquidiocesana recibe a su nuevo Pastor y resaltó la labor pastoral realizada por los últimos seis arzobispos.
A nombre del clero dijo: «Hoy lo recibe su Iglesia, con el corazón y los oídos muy abiertos, para seguir su peregrinación, atenta a su pastoreo. Para ello comprometemos desde ya nuestra oración. Sabemos que Ud. viene ‘para evangelizar’, como reza su lema episcopal, y que dará un nuevo impulso a la Misión Continental».
Y agregó: «Unidos a las familias, a los jóvenes, a los migrantes y a la pastoral educativa nos aprestamos a vivir un año de comunión misionera, en torno a la Mesa de la Eucaristía. Con este espíritu queremos afrontar junto a Ud. los problemas que nos tensionan y los nuevos desafíos que nos imponen los tiempos».
Inmediatamente después una delegación de sacerdotes y laicos se acercaron a saludarlo, entre ellos los obispos auxiliares, trabajadores del Arzobispado de Santiago y el rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez.
Primer mensaje a los fieles de Santiago
En su primera homilía como Arzobispo de Santiago, monseñor Ezzati reflexionó sobre el Evangelio proclamado en la Santa Misa. «La experiencia de Pedro y sus compañeros, es también la experiencia de todo llamado, también la mía. Una experiencia cargada de asombro y de temor ante la llamada que sobrepasa las posibilidad humanas, que no dejan de confundir, pero, al mismo tiempo, una invitación que ofrece gracias insospechadas y oportunidades de crecer en una renovada confianza y en un sereno abandono en Aquel que llama a seguirlo más cerca», expresó.
Y continuó: «Con estos sentimientos me presento ahora ante ustedes, hermanos y hermanas, de la Iglesia de Santiago como el Apóstol Pablo ante la comunidad de Corinto, me presento a ustedes sin ‘el prestigio de la palabra o de la sabiduría a anunciaros el testimonio de Dios’, entre ustedes no pretendo ‘saber sino a Jesucristo y a este crucificado'».
Muy emocionado agradeció a su familia y a su congregación religiosa por la fe y el carisma recibido. «Doy gracias a Dios, por pertenecer a la Iglesia de Jesucristo, Madre que me ha engendrado y alimentado en la fe, desde el seno de una parroquia primero, en la Congregación Salesiana después y finalmente, en el ejercicio del ministerio en tantos lugares y tareas», manifestó. También agradeció al Papa por haber puesto su confianza en él y a los pastores de la Arquidiócesis de Santiago.
Finalizada la misa, monseñor Ezzati recibo el afectuoso saludo de los fieles mientras se dirigía a la parroquia El Sagrario (ubicada a un costado de la Catedral); lugar donde oró unos minutos ante la imagen de la Virgen del Carmen. Luego bajó a rezar a la cripta donde están sepultados sus predecesores, entre ellos los cardenales José María Caro, Raúl Silva Henríquez, Juan Francisco Fresno y Carlos Oviedo Cavada.
Gaudium Press / Igor Roco
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