"Cuando hablamos de aborto es eliminar una vida, y la Iglesia nos dice –quinto mandamiento- no matar": Cardenal Cipriani

Lima (Lunes, 31-01-2011, Gaudium Press) En el programa radial ‘Diálogo de fe’ del sábado pasado, el primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne hizo una amplia exposición de la postura de la Iglesia frente al aborto, basada en el derecho natural y la ciencia, teniendo en vista las próximas elecciones presidenciales.

«Cuando hablamos de aborto es eliminar una vida, y la Iglesia nos dice -quinto mandamiento- no matar. Por tanto la posición de la Iglesia no es objeto de una religión solamente, sino porque que el aborto va contra la ley natural, que te dice que respetes la vida desde el primer instante de la concepción», comentó en el programa. El purpurado exhortó a sus oyentes a defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Entre otros varios aspectos, el Cardenal destacó que la Constitución Política del Perú ampara la vida desde el primer instante de la concepción, reconociendo al concebido como sujeto de derecho.

Card. Cipriani

«Felizmente, la gente sencilla, todavía tiene esa sensibilidad, quieren a sus hijos, los crían y aman. Por tanto, en el instante mismo de la concepción es un ser humano, y no podemos de una manera facilista y superficial, decir que es un tema que tenemos que liberarnos, ponte tú en la primera línea como voluntario para la muerte, pero no decidamos en una campaña política quienes van a nacer y quienes no van a nacer», dijo.

Sobre la postura de quienes afirman que la mamá «tiene libertad de abortar», el Cardenal Cipriani recordó que el niño concebido no nacido es especialmente frágil, pues no puede expresarse: «La libertad de la criatura la tenemos que defender nosotros. La criatura no tiene voz, y la medicina te dice hay una vida separada de la mujer. No podemos ni de lejos nosotros estar estableciendo ningún tipo de pauta en el que podemos eliminar una vida, eso se llama aborto».

Sobre la excomunión para el aborto

El pastor de Lima hizo mención a la pena canónica de excomunión para quienes participan efectivamente en un aborto procurado, haciendo énfasis en el aspecto pastoral y medicinal de la medida: «Desde el punto de vista moral hay una pena que se llama excomunión, porque la persona rompe su unión con la Iglesia por la gravedad de la falta. Pero junto a eso hay un enorme esfuerzo pastoral para acoger a esa mujer, no creo que nadie libremente haya escogido eso, son presionadas por ambientes sociales, familiares y económicos y ahora por modas mediáticas», lamentó.

«Dénmelos a mí»

El purpurado también propuso alternativas de acogida para aquellos niños que no son queridos por las madres.

«Les puedo asegurar que el drama de la señal que deja un aborto te acompaña toda una vida. La experiencia sacerdotal me lo dice, muchísimas mujeres viven la vida entera en procesos psicológicos para recuperarse del proceso de un aborto», expresó.

«Creo que hay muchas alternativas para acoger a esa criatura en una casa, guardería, mucha iniciativa para apoyar a esa situación, pero alejemos de la discusión de la elección del país el drama del aborto. La Iglesia se mantiene clara, y los obispos le decimos a todos los fieles, si te consideras católico dile ¡no! al aborto, y el candidato que no sea claro, no es un hombre fiable. Haz clínicas de apoyo y acogida para que en los primeros meses de embarazo no sean de tentación de que la solución es matar a la criatura», afirmó.

Con información de la Oficina de Comunicaciones del Arzobispado de Lima