Ciudad del Vaticano (Martes, 01-02-2011, Gaudium Press) El Papa Benedicto XVI envió este martes un mensaje especial a los obispos, sacerdotes, religiosos y laicos reunidos en el 2º Congreso Latinoamericano de Vocaciones, en Cartago, Costa Rica. Escrito en español, y con fecha del día 21 de enero, el texto del Papa destaca la importancia del fortalecimiento y el carácter misionero de la Iglesia regional, como preconizado por el Documento de Aparecida.
Benedicto XVI comienza su mensaje recordando los 17 años desde la realización de la primera edición del congreso, convocado por la propia Santa Sede en colaboración «estrecha» con el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y la Confederación Latinoamericana de Religiosos, y hace un paralelo con la edición actual, diciendo que la vocación misionera del continente, relanzada en aquella ocasión, ahora encuentra un «nuevo impulso», a la luz de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en Aparecida, Brasil, y su consecuente Documento Final.
Para el Pontífice, en este congreso, cuyo lema es «Maestro, por tu palabra lanzaré las redes», los agentes de la Pastoral Vocacional de la Iglesia en América Latina y el Caribe son llamados a fortalecer la pastoral vocacional, «a fin de que los bautizados se tornen discípulos y misioneros de Cristo en las circunstancias actuales de estas amadas tierras».
«La gran tarea de la evangelización requiere un número cada vez mayor de personas que respondan generosamente al llamado de Dios y se entreguen a la causa del Evangelio. Una acción misionera más incisiva trae como fruto precioso, junto al fortalecimiento de la vida cristiana en general, el aumento de las vocaciones de especial consagración. De alguna manera, la abundancia de vocaciones es una señal elocuente de vitalidad eclesial, así como de la fuerte vivencia de la fe por parte de todos los miembros del Pueblo de Dios», escribe el Santo Padre.
El Papa recuerda también en su mensaje que el carácter vocacional, misionero, de la Iglesia está en su propio núcleo, en el propio sentido etimológico de la palabra Iglesia -«asamblea convocada» por Dios»-. El Santo Padre reflexiona, entretanto, que para que eso sea posible son necesarios pastores, sacerdotes y religiosos con una formación plena y adecuada.
«El testimonio personal y comunitario de una vida de amistad e intimidad con Cristo, y de total entrega a Dios, ocupa un lugar privilegiado en el trabajo de promoción vocacional. El testimonio fiel de la propia vocación es un medio privilegiado para despertar en muchos jóvenes el deseo de seguir los pasos de Cristo», destaca el Papa en el mensaje.
Al final, Benedicto XVI dice que la preocupación por las vocaciones ocupa un lugar privilegiado en su corazón y sus oraciones y da su bendición apostólica a todos los participantes, pidiendo la intercesión de la Virgen María.
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