Menú 
Bogotá (Martes, 08-02-2011, Gaudium Press) Inspirada en el lema de la visita que realizó Juan Pablo II hace 25 años a Colombia «Con la paz de Cristo por los caminos de Colombia», fue inaugurada ayer, alrededor de las 3:00 de la tarde, y con la presencia de 83 obispos colombianos, la 90ª Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano. El encuentro -que tendrá lugar hasta este viernes 11 de febrero en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en Bogotá- también cuenta con la presencia de tres obispos mexicanos, quienes se encuentran en el país suramericano intercambiando experiencias y desafíos en temas referentes a la paz.
 |
| Foto: Departamento comunicaciones de la CEC |
«Encontrar caminos concretos de una pastoral de la paz en todas sus dimensiones que contribuya al cese del conflicto armado, a la reconciliación de los corazones heridos, a la reparación del daño causado a las víctimas, a la rehabilitación de los victimarios, a la supresión de las causas que han alimentado el conflicto durante décadas y el desarrollo integral de todos los ciudadanos», será -según señaló Mons. Rubén Salazar Gómez, Arzobispo de Bogotá y Presidente de la CEC, en la alocución inaugural de la Asamblea- el propósito que la Iglesia de Colombia asume en las asambleas plenarias de este 2011.
Según el Arzobispo, tal como continuó en la alocución, precisamente el hallar grandes líneas de una pastoral de la paz, que responda a la situación actual del conflicto colombiano, será la principal tarea que emprenderán las provincias eclesiásticas del país. «La tarea que estamos emprendiendo en las dos asambleas plenarias de este año se inscribe en un contexto nuevo en el panorama de la situación de país. Respiramos de nuevo un aire de esperanza. Se abren caminos para corregir desde la raíz los problemas viscerales que ha alimentado durante años la existencia del conflicto social y sus expresiones armadas», añadió.
El presidente de la CEC, también señaló que «no es simple casualidad» que las Asambleas del 2011 sobre la paz, estén enmarcadas justamente con la celebración de los 25 años de la visita de Juan Pablo II al país: «Su mensaje aparece avalado por sus virtudes heroicas que nos muestran la manera concreta como nosotros, pastores de la comunidad cristiana de Colombia, debemos encarnar el Evangelio y ser testigos del Señor más con nuestras vidas, gastadas totalmente al servicio de los seres humanos, especialmente de los más pobres y necesitados».
Al respecto, Mons. Salazar Gómez dijo que plasmar esa pastoral, actualizada, de la paz «será (…) la mejor celebración de la venida a nuestra patria de aquel que hoy la Iglesia conoce como imagen ejemplar del Buen Pastor, Jesucristo, el Señor de la Paz».
Haciendo referencia sobre la presencia de varios obispos mexicanos en la Asamblea Plenaria, igualmente, expresó que la pastoral de la paz -que buscan promover- es también una necesidad y una urgencia que comparten con otros episcopados en el mundo. «Sabemos de los conflictos y dificultades que viven otras naciones y del compromiso de sus organismos eclesiales, que son objeto de reflexión colegiada en nuestros encuentros continentales y regionales», añadió, al respecto, el Arzobispo de Bogotá.
El Presidente del Episcopado Colombiano, asimismo, hizo referencia a la creciente secularización de la sociedad que, según su percepción, «ha ido marcando una tendencia, cada vez más pronunciada, a desconocer el papel que la Iglesia tiene en la vida social y pretende reducir la religión a la esfera meramente personal e individual». En este sentido, recalcó a los demás obispos, que el cumplimiento de ser «‘luz del mundo y sal de la tierra’, se hace cada día más difícil para la Iglesia».
Al concluir la alocución, Mons. Salazar Gómez invocó la intercesión de la Virgen María «nuestra Patrona», desde su santuario de Chiquinquirá, para que «seamos siempre dóciles a las inspiraciones del Espíritu y podamos (…) prestar el servicio que nos corresponde como pastores de esta Iglesia que peregrina en Colombia, a nuestra patria, anhelante de justicia, de reconciliación, de paz».
Gaudium Press / Sonia Trujillo
Deje su Comentario