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Buenos Aires (Lunes, 14-01-2011, Gaudium Press) La cruz que coronaba el pico más alto de la Argentina y de América había desaparecido misteriosamente en enero del año pasado. Sin embargo, y por mérito de miembros de la 4ª Brigada Aérea y de la Patrulla de Rescate y Auxilio de Montaña de la Policía de Mendoza, nuevamente el símbolo cristiano reluce en la cima del Aconcagua, desde el 22 de diciembre pasado.
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| Foto: Aica |
‘Más alto, más rápido, más lejos’: El lema de la fuerza aérea argentina fue también la divisa que animó paso a paso el caminar de la cruz, hasta la cima de 6.962 metros de altura, en un trayecto que duró desde el 9 al 22 de diciembre. También fue muy valioso el apoyo de escaladores que, voluntarios, se sumaron a la empresa. «Durante la ascensión fuimos pasando la cruz entre los miembros del equipo y con los extranjeros y personas que nos siguieron. Para nosotros, eso refleja el espíritu de participación que dio apoyo a esta marca histórica», dijo el mayor Marcelo Sánchez.
La cruz fue bautizada como la Cruz del Bicentenario. «Quisimos llamarla ‘Cruz del Bicentenario’ para festejar los 200 años de la Patria a nuestra manera», explicó el suboficial ayudante Daniel Estévez, un experto guía de montaña, integrante de la expedición.
La Cruz es también un cofre-cápsula del tiempo, que deberá abrirse en 100 años. Realizada con aleación de metales provenientes de restos de aviones, mide 90 centímetros de alto por 70 de ancho y contiene monedas, una placa recordatoria, y una carta de Mons. José María Arancibia, obispo de Mendoza. También durante el recorrido fueron siendo introducidas cartas, fotos y artículos personales en el interior. «Había mucha gente que no iba a llegar hasta la cumbre, pero esta fue su manera de hacerlo», indicó el suboficial Daniel Estévez.
La cruz tiene ahora una base de cemento, para evitar que los temporales del Aconcagua la desplacen.
Con información de Aica.
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