Cáritas peruana pide solidaridad para las víctimas de las inundaciones en el país

Lima (Martes, 15-03-2011, Gaudium Press) La región de sierra de Perú está pasando momentos difíciles debido a las fuertes lluvias que afectan a las localidades, que ya provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra. Delante de este escenario, la Cáritas del país lanzó un apelo de solidaridad para ayuda a las víctimas.

Las inundaciones y deslizamientos de tierra destruyeron casas, plantaciones y estructuras diversas, como rutas. Millares de personas fueron afectadas por las calamidades naturales en los departamentos (estados) de Apurímac, Ayacucho, Ancash, Arequipa (Chuquibamba), Pucallpa, Loreto (Yurimaguas), Junín (Satipo), Madre de Dios (Puerto Maldonado), Cusco, Huancavelica, Huánuco y Puno.

Según el último balance de la Defensa Civil peruana, llega a 141.559 el número de personas alcanzadas por la catástrofe de las lluvias. La presidencia del Consejo de los Ministros de Perú declaró estado de emergencia por las lluvias en todo el departamento de Huancavelica y en algunas provincias de los departamentos de Apurímac y Ayacucho, informan agencias.

Delante de la situación, el presidente de la Cáritas Perú, Mons. Miguel Irizar Campos, lanzó un apelo pidiendo a todos los peruanos que contribuyan generosamente con la recién lanzada campaña «Solidaridad con las víctimas de las inundaciones», de colecta de fondos que serán destinados a cerca de 2500 familias pobres que viven en las zonas rurales afectadas.

Las acciones que serán realizadas incluyen asistencia con ayudas humanitarias (comida, albergue temporario, agua y kits de higiene), campañas de salud integrales – con prioridad a los niños con menos de cinco años y a los ancianos – y desarrollo de actividades dirigidas a reforzar la capacidad de las autoridades locales y comunales de enfrentar situaciones de emergencia por causa de eventos climáticos adversos.

A través de su red de Cáritas diocesanas, la Cáritas Perú está asistiendo las zonas más alcanzadas, implementando también proyectos para la reducción de riesgos en Yurimaguas, Puerto Maldonado y Abancay. «Con todas estas acciones – afirma una nota de la organización humanitaria católica – esperamos hacer frente a las necesidades más urgentes de nuestros hermanos y ayudarlos a mejorar sus condiciones de vida».