Ciudad de Guatemala (Jueves, 14-04-2011, Gaudium Press) La Conferencia Episcopal de Guatemala emitió un comunicado el pasado 7 de abril, en la que hacen pública su postura con relación diversos temas que preocupan a la sociedad guatemalteca, inspirados en la máxima paulina que reza «Examínenlo todo y quédense con lo bueno» (1 Tes 5,21).
Mons. Pablo Vizcaino Prado, Presidente del episcopado guatemalteco |
Teniendo en vista la próxima contienda electoral -en septiembre próximo serán escogidos el presidente y vicemandatario de la República, los alcaldes de las 333 municipalidades y los 158 diputados al Congreso y 20 al Parlamento Centroamericano- los obispos convocan a «una campaña electoral libre de violencia y respetuosa», en la que el empeño de fondo sea «el fortalecimiento de la democracia en Guatemala».
«Los Obispos de Guatemala instamos a todos los ciudadanos a empadronarse y cumplir responsablemente con su obligación de votar, y a quienes ya están empadronados a ejercer su derecho y deber de votar de modo serio, libre, consciente y bien informado», expresa el comunicado.
Sobre la institución matrimonial, los prelados guatemaltecos recuerdan que «la Iglesia sostiene que la familia es el fundamento de la sociedad».
«Entre bautizados, el matrimonio válido es aquel que se realiza en la Iglesia y que tiene carácter sacramental y es exclusivo e indisoluble. Sin embargo, el matrimonio tiene un fundamento en la ley natural, por lo que la unión de un hombre y una mujer para formar una familia, incluso si no alcanza la dignidad de sacramento, tiene un valor natural. Creemos que la institución del matrimonio como base de la familia y la sociedad no puede supeditarse a otros intereses. Por lo tanto la institución del matrimonio, incluso en sus realizaciones deficientes, tiene un carácter no negociable», manifiestan los obispos.
En un contexto político en el que el presidente de la república ha inicio un proceso de divorcio con su esposa, lo que le permitiría a ella la postulación a la presidencia de la República, el comunicado señala que la «responsabilidad es tanto mayor cuando el matrimonio o su disolución es entre personas notables en la sociedad de modo que sus acciones pueden marcar pautas de comportamiento para otros. Abogamos por que la institución del matrimonio no sea un asunto negociable».
Acerca de un proyecto gubernativo de educación sexual, los obispos advierten que «ninguna actividad humana puede entenderse y realizarse al margen de consideraciones éticas y de valores. Donde interviene la libertad son necesarios los principios que guíen las decisiones. Por eso es imposible pretender que se hable de la sexualidad ‘sin prejuicios morales ni juicios de valor’ «, tal como pretende el proyecto del Ministerio de Educación.
«La sexualidad humana está de por sí orientada al amor y a la reproducción en el marco de la relación estable de un hombre y una mujer en el matrimonio».
El comunicado de los obispos guatemaltecos establece una vez más que «la educación sexual corresponde en primer lugar a los padres de familia. Son ellos quienes mejor pueden adecuar esta formación al grado de madurez de sus hijos.
En ese sentido, «la función de la escuela en la educación sexual es complementaria a la educación en el hogar, también en materia sexual y no puede ir contra los valores en los que los padres desean educar a sus hijos».
Quien desee conocer el documento en su integridad puede consultar el siguiente link (http://www.iglesiacatolica.org.gt/20110407.pdf)
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