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Ciudad del Vaticano (Martes, 03-05-2011, Gaudium Press) Temiendo ataques y reacciones violentas de la red terrorista Al Qaeda, después de la alegada muerte de su líder, Osama bin Laden, la comunidad cristiana presente en Pakistán adoptó algunas medidas para su seguridad. De esta forma, escuelas e institutos religiosos cristianos fueron cerrados y las Iglesias y las cuadras donde viven familias cristianas tuvieron la guardia policial reforzada.
Según informaciones de la agencia Fides, las medidas fueron tomadas en la capital Islamabad, en las ciudades de Lahore, Karachi y Mutan y también en otros centros urbanos. En entrevista a la agencia vaticana, el consejero especial del gobierno pakistaní para las minorías religiosas, Pau Bhatti, dijo que el miedo en relación a reacciones insensatas contra cristianos en el país es muy fuerte. «El gobierno está colocando la máxima atención a medidas de prevención», afirmó.
Aún en este contexto, el presidente de la Comisión para el Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal de Pakistán y obispo de Multan, Mons. Andrew Francis, afirmó a la agencia Fides que ya realizó dos encuentros con autoridades civiles y militares para tratar las medidas de seguridad en las regiones cristianas en el sur de la provincia de Punjab.
Aún temiendo represalias y revueltas, el arzobispo emérito de Lahore, Mons. Lawrence Saldanha, cree también que la muerte del líder de Al Qaeda puede ayudar a mitigar el extremismo y reducir la tensión y la intolerancia en Pakistán. En la misma línea, el arzobispo de Islamabad, Mons. Anthony Rufin, está confiado que después de este episodio sea posible «realizar recorridos de diálogo y colaboración para la construcción de una nación pacífica».
Con informaciones de Ansa.
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