Iglesia de Chile celebra la fiesta de Cuasimodo, profunda expresión de la religiosidad del pueblo

Santiago (Miércoles, 04-05-2011, Gaudium Press) Como es tradición en la Iglesia chilena, miles de personas de la zona central celebraron la fiesta de Cuasimodo. En esta ocasión, monseñor Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago, presidió este domingo 1° de Mayo, un multitudinario Cuasimodo en Colina, comuna de Santiago, junto a más de 3 mil huasos a caballo.

En comunión con este espíritu de fe, miles de fervorosos fieles venidos de diversos lugares se instalaron en las calles y caminos de Colina donde pasó la cabalgata, mientras las casas y especialmente la de los enfermos que recibieron la comunión, fueron adornadas con guirnaldas de flores y papel de color. Colina es la única comuna que todavía mantiene la tradición de correr solo con jinetes, a diferencia de otras parroquias donde se han incorporado caravanas de automóviles y ciclistas.

Esta antiquísima expresión de la religiosidad popular viene desde los tiempos de la Colonia, en los que sacerdotes salían a los campos a dar la comunión a los enfermos que no podían cumplir con el deber de comulgar, al menos una vez al año, como lo recomendaba el Concilio de Trento. Ante los asaltos que sufrían, pues llevaban las hostias en cálices y copones, los sacerdotes comenzaron a salir junto a huasos a caballo.

Una fe que es urgente para el alma de nuestra sociedad

Dirigiéndose a los cuasimodistas monseñor Ezzati expresó: «Sigan ofreciendo a nuestro país este testimonio de fe. Sepan que su esfuerzo es muy fecundo, no solamente para la vida de la Iglesia, sino que es muy fecundo también para la vida social de Chile, para que podamos de verdad construir una gran mesa de hermanos, donde el Señor nos reúna, nos haga reconocer la dignidad de hijos de Dios que hemos recibido».

El prelado se mostró muy asombrado por esta fiesta sencilla, que tantos frutos da dado a la Iglesia y al país. «Que esta tradición de fe nos ayude a encontrar el alma de nuestra sociedad, un alma que necesitamos recuperar con urgencia para que nuestro desarrollo sea de verdad humano y tenga la perspectiva más grande y bella que no da Jesús con su entrega» manifestó.

Testimonios

Juan Carlos Alegría y su novia Claudia, encargados de la capilla San Antonio, dijeron que la visita del Arzobispo: «Es una felicidad inmensa, esta visita súper importante, es reconocernos a nosotros, que empezamos muy de a poco»
Por su parte, Jaime Dinamarca y su esposa María Quiñones, quienes recibieron la comunión de manos del pastor, afirmaron: «Es muy hermoso para nosotros que estamos aquí. Es lo más lindo que alguien de arriba venga a vernos».

Gaudium Press / Igor Roco