Foto: Gobierno del Estado de Bahia |
Salvador (Lunes, 23-05-2011, Gaudium Press) Más de 70 mil fieles estuvieron en el Parque de las Exposiciones en Salvador, estado de Bahía, Brasil, este domingo, para constituir uno de los más grandiosos e importantes actos de fe que Bahía ya testimonió: la transformación de una virtuosa religiosa hija de la tierra en «Beata». La ceremonia de beatificación del «Buen ángel de Bahía», o Hermana Dulce, emocionó a todos los presentes, desde la propia mujer que recibió el milagro de la beatificación de la religiosa, hasta políticos y autoridades presentes, incluyendo al representante del Papa y celebrante de la misa, el cardenal Geraldo Majella Agnelo y a los casi 500 miembros del clero, entre obispos, sacerdotes y diáconos presentes.
Alrededor del mediodía fueron abiertos los portones del espacio del Parque de las Exposiciones para los fieles. La expectativa de la población católica de Salvador era grande, y antigua. Hace 19 años que la Hermana Dulce -que para los católicos y la población carente de Salvador ya vivía una vida como santa- falleció, y hace 11 años que trascurre su proceso canónico de beatificación.
A las 14 horas, niños presentaron el espectáculo «Nasce una Flor», con danza, música y teatro, retratando algunos momentos de la trayectoria de vida de la religiosa. Ellos son alumnos del Centro Educativo San Antonio (CESA), entidad que integra las Obras Sociales Hermana Dulce. El momento emocionó prácticamente a todos los presentes, al ser mostrado un video con escenas emocionantes de la trayectoria de la abnegada religiosa bahiana, como en un gallinero donde ella acogía a los enfermos (que dio origen al Hospital San Antonio) y a escenas de ella acogiendo y consolando a personas carentes.
Al comienzo de la ceremonia oficial, el nuncio apostólico en Brasil, Mons. Lorenzo Baldisseri saludó a las autoridades presentes, entre las cuales se encontraban la presidente de Brasil Dilma Roussef, el gobernador de Bahía, Jacques Wagner, el prefecto de Salvador, João Henrique, además de otros políticos presentes.
Bajo momentos de lluvia fuerte, el rito inició con el pedido formal del arzobispo de Salvador, Mons. Murilo Krieger, para que el Papa inscribiese el nombre de la religiosa en la lista de los santos y beatos de la Iglesia Católica. En seguida, Cardenal Mons. Geraldo Majella Agnelo, arzobispo emérito de Salvador, representante de Benedicto XVI en la ceremonia y presidente de la celebración, solicitó que fuese leída la biografía de la religiosa.
Al término del relato, fue entonces leído el decreto apostólico del Papa Benedicto XVI declarando a la Hermana Dulce beata e inscribiéndola en la lista de los santos y beatos de la Iglesia, además de presentarla como ejemplo a los cristianos. En este momento, fue anunciada también la fecha litúrgica de la a partir de ahora «Beata Dulce de los Pobres» como siendo el 13 de agosto.
Foto: Gobierno del Estado de Bahía |
Oficialmente realizada la beatificación, la ceremonia concluyó con el destape de un velo cubriendo un enorme retrato de la beata, momento acompañado de un coro de más de 200 voces entonando el «Himno de la Bienaventurada Dulce de los Pobres».
Bastante emocionada, la persona que recibió el milagro de Hermana Dulce y que posibilitó la beatificación de la religiosa, la funcionaria pública Claudia Cristiane Santos de Araújo, de 42 años, depositó flores a los pies de la imagen.
Claudia, que tuvo una fuerte hemorragia durante el parto estancada inexplicablemente después de orar por intercesión de la monja, estaba acompañada de toda su familia y de su hijo Gabriel, con 10 años – este, el verdadero milagro de Hermana Dulce.
Beatos
Con la beatificación de Hermana Dulce, Brasil pasa a tener cerca de 70 beatos. Brasil tiene solo un santo nacido en el país, Fray Galvão (1739-1822), canonizado en 2007 por el papa Benedicto XVI.
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