Ciudad de México (Jueves, 26-05-2011, Gaudium Press) Carlos Salinas Saucedo, productor de televisión mexicano, quien cubrió las cinco visitas del Beato Juan Pablo II al país azteca, tiene muchas cosas que contar del Papa polaco. Algunas de ellas las narró al Semanario Desde la Fe, órgano de la Arquidiócesis de México.
«En su primer viaje a nuestro país, la carretera México-Puebla estaba llena de gente, todo el camino, era una cadena humana de varios kilómetros. Ni el Papa lo creía. Allí, en este camino, en medio de bendiciones, porras y aplausos, el Papa descubrió su vocación peregrina. Desde entonces, Juan Pablo II estuvo enamorado de México», dice Salinas.
El productor afirma que las visitas de Juan Pablo II tenían alta dificultad de coordinación, pues se requería bastante precisión en los tiempos y en los espacios, además de que se tenía que estar en las locaciones varias horas antes de cada evento
De sus contactos con Juan Pablo II nace la certeza de la virtud en grado heroico del Pontífice: «Yo me siento muy cercano a él. Tuve la oportunidad de conocerlo, de saludarlo, de trabajar ayudándole en su misión pastoral, e incluso, de recibir sus felicitaciones por nuestro trabajo. Yo tuve el privilegio de recibir la comunión de su mano. Para mí es difícil digerir todo aquello. Tuve la oportunidad de conocer a un hombre santo de nuestros tiempos», expresa.
Salinas Saucedo fue desde 1952 hasta 1999, iniciador y el responsable de las transmisiones de las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe, por lo que sus experiencias con la Virgen Morena son también múltiples y en suma interesantes.
«Hay algunas peregrinaciones extraordinarias como la de los coheteros, los pajareros, la del circo. Monseñor Shulemburg [ex-abad de la Basílica de Guadalupe] me permitía hacer muchas cosas, por ejemplo, hice que llegaran al Atrio de las Américas los elefantes de varios circos. Estuvieron a las puertas de la Basílica doblando las rodillas ante la Virgen. Lo tengo grabado», cuenta.
También recuerda como Monseñor «permitió que los pajareros metieran al santuario viejo las altas torres de jaulas con pájaros, como se sigue haciendo hoy. Yo fui el que le pidió al Abad que diera su permiso, claro, yo lo hacía con una óptica televisiva, para que las imágenes fueran mejores, pero muchas de esas cosas se hicieron costumbre».
El Sr. Salinas Saucedo participó también del cubrimiento de los festejos por los 450 años de las apariciones, el Tratado de la Santísima Virgen, la inauguración de la Nueva Basílica, el bautisterio y el carillón y de muchas de las múltiples peregrinaciones que se realizan al santuario. Además, el hoy presidente del Centro de Estudios Guadalupanos de Puebla, ‘persiguió’ a la Virgen de Guadalupe por todo México y por diversos lugares del mundo: «Tengo grabaciones de las imágenes de la Virgen en todo el país, como en Acapulco, donde está debajo de las aguas; grabe el único y primer ejemplar que se conoce del Nican Mopohua, que se conserva en Nueva York. En Europa también grabé a la Virgen de Guadalupe, en la Iglesia Votiva en Viena; en Notre Dame en París. En España estuve un mes completo grabando imágenes de la Virgen de Guadalupe».
Con información del Siame
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