En la fiesta de Pentecostés Cardenal Cipriani habla sobre la familia y la piedad

Lima (Lunes, 13-06-2011, Gaudium Press) El Cardenal Juan Luis Cipriai Thorne, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, aprovechó la festividad de Pentecostés para resaltar ante su feligresía la fundamentalidad de la institución familiar.

Cardenal Cipriani en la Plaza de Acho

En multitudinaria celebración en la Plaza de Acho, promovida por la Renovación Carismática Católica de Lima, el purpurado animó a los más de 10 mil fieles congregados a cuidar la familia, porque la familia es un lugar privilegiado donde el Espíritu Santo actúa.

Asimismo, el Cardenal Cipriani convocó a desarrollar la piedad en la vida de cada cuál, piedad que se manifiesta en los momentos de oración: «El don de la piedad es un don que se expresa en la oración. Debemos estar horas de rodillas delante de Dios, implorando: protégeme Dios mío», dijo.

Ya en la Basílica catedral de Lima, donde también celebró el día de Pentecostés, el Primado del Perú invitó a que los mismos sentimientos y principios que deben vigorar al interior de la institución familiar se esparzan por toda la nación: «El Perú es una familia, un sentimiento, una geografía, una tradición, un mismo pensar; variedades accidentales, pero un corazón, por eso le pido al Señor: ilumina a todos nosotros para que sepamos convivir como hermanos respetándonos, ayudándonos, queriéndonos, haciendo del país un rincón donde la familia, la juventud, la niñez, los niños por nacer y los ancianos encuentran con paz el momento de ese encuentro con Dios», expresó

También en la Basílica Catedral el Cardenal Cipriani profundizó sobre el profundo significado de la piedad, y sus diversas expresiones y aplicaciones.

«La piedad significa relación de respeto y obediencia de padres, hijos y abuelos, es decir la familia, que sepamos poner en esa piedad del Espíritu Santo ese trato amoroso de la familia», mencionó.

Cardenal Cipriani en la celebración en la Catedral

«Quisiera proponerles en la vida personal de cada uno ese don del Espíritu Santo que es la piedad, ese impulso que se expresa en la oración, un deseo interior manifestado cuando estoy enfermo o cuando tengo un problema, pero se debe manifestar como la respiración, ese levantar el corazón a Dios para obtener su ayuda, perdón, consuelo, y esa oración requiere que confíe en Jesús. ¡Dale esa confianza a quien te ha dado la vida! Y esa confianza se manifiesta en tu amor al prójimo», culminó.

En la misa en la Catedral también se pidió de manera especial por el 49° Aniversario de Creación del Colegio de Ingenieros del Perú. A los numerosos ingenieros presentes en la celebración, el Cardenal Cipriani les habló desde su condición también de ingeniero, con «especial alegría», al «recordar esos años en la Universidad Nacional de Ingeniería», cuando allí estudiaba.