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Camerún (Martes, 17-03-2009, Gaudium Press) En el primer discurso de su Pontificado en suelo africano el Papa habló sobre la pobreza en el continente y sobre el SIDA. Para lo primero destacó la necesidad de que la Iglesia se dedique a servir y ser la portavoz de la libertad y la justicia. Para lo segundo pidió la distribución gratuita de medicamentos. También elogió el grado de desarrollo de Camerún.
Agradeciendo al Presidente de la Conferencia Episcopal, Arzobispo Tonye Bakot por la invitación, saludó también a las autoridades y representantes del Cuerpo Diplomático que lo honraban con su presencia en el recibimiento. Reconoció con gratitud la presencia de miembros de otros credos como una clara señal de buena voluntad y armonía existente en ese país. Dijo que venía como Pastor ya que ese fue el papel que Cristo le confió a Pedro que predicando en Jerusalén en Pentecostés, predicó también a gentes venidas de África. El Santo Padre citó también el testimonio de varios santos de este continente como San Agustín, Santa Mónica, San Atanasio, San Cipriano, para nombrar apenas algunos que se registran en los anales de la historia de la Iglesia hasta hoy con ondas de misioneros y mártires que continúan dando el mismo testimonio de Cristo por África bendecida ya con casi 150 millones de fieles.
En su discurso el Santo Padre recordó también que fue desde Yaundé en 1.995 que el Papa Juan Pablo II promulgó la Exhortación Ecclesia Pos-sinodal y Apostólica en África, fruto de la Primera Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos realizada en Roma. Y que ahora venía para entregar el Instrumentum Laboris para la Segunda Asamblea Especial que se realizará en el mes de octubre en Roma donde se reflexionará el tema “La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, la Justicia y la Paz: Tu eres la sal de la tierra, tu eres la luz del mundo (Mt 5: 13-14)”.
Destacando la labor de la Iglesia en Camerún con los enfermos de SIDA en el Centro Cardenal Léger, la labor de enseñanza en la Universidad Católica de África Central y la acogida caritativa a desplazados de otras regiones en guerra de aquel continente, el Sumo Pontífice finalizó su discurso elogiando la defensa de la vida con los no-nacidos por parte del gobierno e implorando una gran bendición para la nación y todo el continente africano.
El discurso en su totalidad está a disposición en Gaudium Press.
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