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Ciudad de México (Lunes, 18-07-2011, Gaudium Press) Este domingo 17 de Julio, la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México, recibió la peregrinación más numerosa del año proveniente de los estados de Querétaro y Guanajuato, ubicados en el centro de la República Mexicana.
En la edición número 121 para los varones y la 52 para las mujeres, más de 90,000 peregrinos viajaron hasta las faldas del Cerro del Tepeyac para expresar su devoción, agradecimiento, cariño o incluso para pagar alguna promesa a «La Morenita», como cariñosamente le llaman los devotos a Virgen de Guadalupe.
Los peregrinos llegaron en diferentes contingentes, de hombres y mujeres a pie, ciclistas, así como otros medios de transporte. Miles de participantespartieron de sus hogares desde hace más de 10 días, recorriendo cientos de kilómetros, con el fin de presentar sus respetos a La Guadalupana.
Este año, la peregrinación fue recibida por Mons. Carlos Ruiz y Alvarado, Vicerrector de la Basílica de Guadalupe y por Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro, quien tomó pose de la Diócesis el pasado mes de Junio, tras la aceptación de la renuncia de Mons. Gasperín y Gasperín por parte de su Santidad Benedicto XVI, al haber alcanzado el límite de edad.
Mons. Armendáriz Jiménez acompañó, encabezando a pie, algunos trayectos de la peregrinación, yen presencia de la Imagen de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, patrona de Querétaro, acogió a miles de peregrinos y celebró la eucaristía donde muchos niños y niñas realizaron por primera vez su Primera Comunión.
Fue el mismo Mons. Armendáriz quien presidió las misas que se celebraron en el atrio de la Basílica, de manera independiente para los contingentes masculino y femenino.
En su homilía ante decenas de miles de peregrinos, Mons. Armendáriz resaltó:
«Queridos hermanas y hermanos… concluyen una etapa en el caminar de sus vidas y nos postramos a los pies de la Santísima Virgen de Guadalupe. Esta era la meta, el objetivo de nuestra vida, estar con María que nos lleva a Jesús…»
«Estamos agradecidos, y en el fondo de nuestro corazón portamos, la semilla de gratitud que queremos que crezca en nuestra familia y en nuestras comunidades…»
«Cada uno y cada una trae especialmente ese deseo de alabar a Dios, de venerar a María.»
«Ilumina la palabra de Dios esta celebración, que nos habla de la pequeñez, (…) creo que la pequeñez de nuestros pasos, acciones o incluso de nuestra propia persona es lo que agrada a Dios. Porque no nos hacemos grandes nosotros solos, sino que, el que nos hace grandes porque nos regala la dignidad, es Dios mismo. La dignidad es que somos Sus hijos, que somos creados a imagen y semejanza de Dios… ser amados por Dios.»
«Hermanos y hermanas de Querétaro, sigamos haciendo esas cosas pequeñas que son grandes a los ojos de Dios, dando esos pequeños pasos para caminar adelante en nuestra vida. No importa que sean cosas pequeñas, pues el reino de Dios es una cadena en la que en medida que nosotros conjuntemos las pequeñas acciones, sin duda se hace el eslabón.»
«Nuestra iglesia diocesana quiere caminar impulsados por la gracia de Dios, por el Espíritu Santo. Bendecidos por Dios, motivados a encontrarse con Cristo a través de María, a Jesús por María, y hacer lo que Cristo nos dice, pues también es el deseo de Nuestra Madre.»
«Regresemos a nuestras comunidades para compartirles el amor de Dios a lo largo de este camino y que la peregrinación continúe en lo profundo del corazón (…) la Eucaristía como centro de nuestra jornada. Escuchar la palabra de Dios como una luz que orienta nuestros pasos, pero también el fervor a María con el rezo del Santo Rosario, porque ahí tenemos la salvación en nuestras manos. Orando en familia, elevando nuestra plegaria a la Virgen.»
«Quiera Dios que continuemos con este dinamismo creciente, de tal manera, que así contribuyamos a la evangelización de nuestra diócesis. Sabemos y crecemos en la conciencia de que es la hora de evangelizar, y cada uno de nosotros como bautizados tiene la gran responsabilidad de hacerlo… Hagámoslo con aquellos que viven cerca y con aquellos que viven lejos. Sabiendo que (…) la mejor contribución para evangelizar, es la expresión de nuestra fe a través de las obras pequeñas o grandes, pero grandísimas a los ojos de Dios.
Datos proporcionados por el departamento de Comunicación Social de la Basílica de Guadalupe y la Diócesis de Querétaro.
Gaudium Press / Ma. Del Carmen Sierra T.
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