Santiago (Lunes, 25-07-2011, Gaudium Press) Ayer al mediodía, cientos de fieles repletaron los escaños de la Catedral Metropolitana para ser partícipes de la solmene eucaristía con que la Iglesia de Santiago celebró sus 450 años de vida. Con oraciones, cantos y numerosos signos la comunidad arquidiocesana dio gracias a Dios por todas las bendiciones recibidas en estos años, especialmente por la labor de sus pastores y laicos, y renovó su compromiso de fidelidad para ser cada día verdaderos «discípulos misioneros de Jesucristo».
Mons. Ezzati inciensa la imagen del apóstol Santiago en la Catedral |
La misa fue presidida por el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati y concelebrada por el Arzobispo emérito de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz y por los Obispos Auxiliares, monseñor Andrés Arteaga y Cristián Contreras, entre otros sacerdotes.
Ofrecimiento al Apóstol Santiago
«Aquí, en esta Catedral construida para honrar a Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, y dedicada a la Virgen Santísima en su Asunción a los cielos, se congrega esta mañana dominical tu Iglesia de Santiago, al conmemorar 450 años desde su existencia», manifestó al inicio de la eucaristía monseñor Contreras.
Más adelante el prelado reafirmó la comunión con el espíritu misionero heredado del ejemplo de vida del Santo Patrono, diciendo: «Vivimos un nuevo Pentecostés para la Iglesia; y desde ese evento misericordioso de Dios, donde también tú, Apóstol Santiago, recibiste la fuerza del Espíritu Santo para predicar el Evangelio, queremos honrarte asegurándote que no trepidaremos en seguir anunciando a Jesucristo».
«Es cierto, vivimos momentos de dolor, pero la Iglesia de Santiago está viva en sus familias; en los niños y jóvenes; en las personas solas y ancianas; en los servidores de la caridad y de la solidaridad que quieren hacer de Chile una mesa para todos. Es tanto el amor que tenemos por esta Iglesia que queremos honrarte como primer apóstol martirizado, queriendo seguir tu vocación de santidad de auténtico discípulo misionero de Jesucristo», dijo al concluir este ofrecimiento.
450 años de servicio y caridad
En su homilía, monseñor Ezzati, agradeció a Dios por estos 450 años de vida y misión en estas tierras, pero especialmente por el ejemplo de amor y entrega de tantos sacerdotes y fieles laicos que han consagrado sus vidas al servicio de la Iglesia de Santiago.
«Cómo no dar gracias a Dios por su presencia en medio nuestro y por la fecundidad de esta Iglesia de Santiago a lo largo de estos 4 siglos y medio. Cómo no dar gracias por la presencia de esta Iglesia en medio de los más pobres y necesitados. Cómo no dar gracias por la vida de tantos santos y discípulos misioneros que a lo largo de estos años hemos tenido. Cómo no agradecer el servicio sencillo de tantos y tantos católicos», manifestó.
En este espíritu de gratitud, el Pastor llamó a los presentes a no dejarse aplastar por las dificultades y a mirar el futuro con optimismo y esperanza. «Las dificultades no nos deben aplastar, no deben detener nuestro caminar. El Señor nos da la fortaleza. El Señor resucitado es nuestra gran fortaleza. La historia de estos 450 años nos invita a ser audaces en redoblar nuestra fe y ser una Iglesia más misionera», dijo.
Y agregó: «Tengamos presente la característica de nuestra Iglesia, una iglesia cercana a los pobres, servidora de los hombres y que anuncia proféticamente el Reino que el Señor nos tiene prometido».
Condecoración
Tras la comunión, monseñor Ezzati impuso la condecoración del Apóstol Santiago a 21 personas, entre ellos sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos, quienes se han distinguido por su servicio a la Iglesia de Santiago. Posteriormente se procedió al juramento de los nuevos vicarios episcopales de la arquidiócesis.
Deje su Comentario